domingo, diciembre 10, 2006

¡¡QUIERO TENER MI PROPIO CALENDARIO!!


¿Se han dado Vds. cuenta cómo de un tiempo a esta parte, a medida que avanza el otoño, proliferan los calendarios de bomberos desnudos -por una buena causa, desde luego- más que níscalos en un pinar?. Sí, sí... en cualquier Comunidad, en cualquier municipio grande ó chico, los efectivos del cuerpo de bomberos tiran de pantalón y casaca, quedándose a culo pajarero y posando manguera en ristre, sólo cubiertos con botas y casco para solaz y disfrute de propias-os y extrañas-os.


Mi ciudad no iba a ser menos, cómo no, y también dispone de su correspondiente almanaque con esos bizarros apaga-fuegos. Una servidora en cuanto se enteró que una compañera de trabajo hacía de mediadora entre el Cuerpazo de Bomberos y el (lúbrico) Consumidor, se apresuró a adquirir dicho calendario. Hay quién pone pegas (siempre hay “pone-pegas” en todas partes) y dice que si unos están gordos, que si otros están delgados...qué vaaa...ni caso, están todos estupendos y cada uno de ellos luce espectacular con su correspondiente manguera haciendo acopio de buena voluntad, sobre todo cuando es, como en este caso, por un buen motivo, la lucha contra el Cáncer (nadie estamos libres ni del cáncer ni de los incendios).
Alentada por conocer a otros “miembros” de este insigne colectivo de bomberos navegué por Internet hasta dar con unos hermosos ejemplares oriundos de diferentes Comunidades –no se moleste nadie por el término ejemplar, que no va en tono peyorativo, digo “ejemplares” en su acepción de “muestras prototípicas o representativas”, es decir con toda mi admiración-. Contemplé cuerpos musculados de bomberos bilbaínos, catalanes, manchegos, gallegos...a cuál mejor, las cosas como son. Mi pariente me sorprendió cuando aún me hacían los ojos chiribitas ante la pantalla del ordenador. Ni él me pidió explicaciones ni yo se las di, qué quieren que les diga...Sabe de sobra que soy aficionada a esto de las ONG y que mi mirada es tan limpia como la de un bebé -¡ya!-.
Total, que entré en la página web de la Policía Municipal de Sevilla que también ha probado dicho invento y llegué a una conclusión: Si queremos reafirmar nuestro colectivo laboral, mostrarnos ante la opinión pública –aunque sea en cueros- y ya de paso reivindicar alguna mejora... ni sindicatos ni leches. Un buen calendario en pelota picada nos hace más fuertes, solidarios, comprometidos y logra en cuestión de días lo que no consigue un montón de años de trabajo oscuro y gris, es decir, proyectar nuestra imagen en la sociedad. No digamos ya, si encima contamos con el impagable apoyo mediático de un informativo en su franja de mayor audiencia.
De tal modo que en un momento de euforia, sin haber ingerido una sola gota de alcohol ni estar al borde del “Asturias patria querida”, le dije a una colega que porqué las enfermeras vallisoletanas no hacíamos lo propio dado que el colectivo médico suele ser bastante conservador y no se retira la bata, la mascarilla y el pijama ni para entrar en la ducha. ¿Qué de malo puede haber en unas fotos inocentes y bien hechas buscando nuestro lado bueno? si lo hubiere... esa es otra, a ver qué fotógrafo tiene arrestos suficientes para lograr sacar de alguna de nosotras el “lado bueno” con la mala fama que tenemos a veces las enfermeras. Mi compañera me dijo estar dispuesta. De modo que hemos encendido la mecha, ya "sólo" nos falta encontrar el mecenazgo de alguna asociación ó fundación, doce diplomadas de rechupete y, de paso, algún bombero que venga a apagarla -la mecha-. En ello estamos. Anímense los mecenas, las enfermeras de rompe y rasga y...Todo sea por una buena causa.

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