martes, marzo 27, 2007

PECADOS CAPITALES - LA GULA


La gula es algo así como la escenificación, física y real, de nuestras pasiones; la puesta a plano de lo más instintivo que encierra el ser humano.
¿Hay algo más involuntario, natural o irracional en el hombre, que el inconsciente anhelo de subsisitir y preservar la especie?
Cuando ese acto reflejo de comer se eleva al grado exponencial más alto, se está aboliendo la parte racional y lo que hay de voluntario en ese hecho o, lo que es lo mismo, se está anulando la capacidad de la persona para establecer unas límites a lo que es una necesidad fisiológica: alimentarse, simplemente.
Es posible -no digo que probable-, que aquél que deja aflorar lo más primario que encierra como ser humano cuando se sienta ante un plato, también lo haga al realizar otras funciones que están regidas, en parte por los instintos y, en parte, por la voluntad.

Podemos y debemos observar, más no juzgar. Puestos a ello... ¿Dónde se encuentran registradas las medidas reales y las cantidades justas de lo que uno debe de comer, beber...etc? ¿En los libros de los nutricionistas? ¿En la parte consciente y racional de los que habitualmente tienen menos apetito?
Si una persona come, bebe en exceso y se pega unos festines pantagruélicos, sin que ello se refleja en su aspecto externo, ni en la báscula ni en un palmario estado de embriaguez, entonces... ¿Hemos de seguir manifestando que se ha dejado llevar por la gula o decimos sencillamente que "come como una lima"? ¿Siempre que existe obesidad está detrás el fantasma de la gula? ¿Ese tipo de "pecador" habitualmente se manifiesta como tal cuando se encuentra acompañado, o trata de disimularlo poniendo sobre el mantel la ínfima parte de racionalidad que le puede quedar dentro del cerebro?

¡Ojo! Hay pecados ambiguos y éste puede ser uno de ellos. Pero hay más, hay más... no se vayan a pensar.

kasi-siempre (28-03-07)

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