Pip- pip- pip... un SMS en mi móvil.
-Te espero ya sabes dónde-.
No respondo al mensaje. Otra vez, pip- pip-`pip...
-Te espero ya sabes dónde-.
...
-Te espero ya sabes dónde-.
...
Diez SMS más tarde me decido a pulsar el botón verde del teléfono y, tras beberme la copa de veneno, le digo:
-De acuerdo, voy para allá-.
Y enfilo derecha el camino del cementerio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario