viernes, mayo 04, 2007

BUSCANDO PRUEBAS



Una nueva emoción, desconocida aún para H, había nacido dentro de él. Era algo parecido a los celos, a la envidia... "¿Hasta dónde estaba dispuesto a llegar V, el vecino, para fastidiarle? ¿Es que no se conformaba con haberle arrebatado a su mujer, que además tenía que liarse con R, su ex-amante? ¡Hombre, esto ya pasaba de castaño oscuro!"


H reflexionó: "Bien está que se lleve a M. ¡Hala... para él, se la regalo! Pero R... eso es mucho más de lo que un ser humano puede aguantar. ¡¡A R que no me la toque nadie!! Lo único que me falta ya por ver es que se quede con mis hijos... mis hijos... mis hijos... por cierto ¿dónde están mis hijos? ¿no dura demasiado ese dichoso campamento? ¿Y si en realidad resulta que no hay tal campamento, y este tipo los tiene secuestrados con la anuencia de mi mujer?


Se frotó los ojos con gesto cansado: " No... no puede ser. Me estoy volviendo loco, el mundo se está volviendo loco."


Febrilmente retomó de nuevo la actividad y siguió registrando cajones tratando de encontrar alguna prueba. Necesitaba saber qué tipo de relación existía exactamente entre R y V. Necesitaba encontrar a sus niños dentro de algún armario, encima de alguna estantería, ocultos en cualquier escondrijo...


En estas andaba, cuando entró el dueño de la casa y le sorprendió abriendo y cerrando los cajones de una cómoda.

El vecino y él no mediaron ni una palabra. Simplemente sostuvieron sus miradas en silencio, se dieron las buenas tardes y luego se ignoraron. Al parecer V entraba en su casa a por una muda limpia y artículos de aseo.

"Lógicamente", pensó H con una tranquilidad absoluta, "V no puede decirme nada, no está legitimado para reprocharme porqué me he instalado dentro de su casa, cuando él mismo se ha instalado dentro de mi señora (y, lo que es peor aún, dentro de mi amante...)"

No hay comentarios: