lunes, mayo 07, 2007

CAMBIO DE ROLES


Los niños cada vez pasaban más tiempo con V, el vecino, y menos con su padre biológico. Los llevaba al cine, al McDonnald, a la pizzeria... de tal modo que, poco a poco, H fue siendo relegado de sus funciones paternas y destituído del honroso cargo de progenitor vitalicio.

Un día en que H, al salir de la facultad, se dirigía a la Biblioteca, pasó ante una cafetería próxima y le pareció ver a través de los cristales, dos siluetas que le resultaban de lo más familiar. Se acercó a la luna del bar y miró hacia el interior, arrimando ambas manos a su cara para evitar brillos molestos y poder distinguir mejor a las personas que estaban dentro. ¡Eran ellos! V y R estaban juntos, esa era la prueba... Junto a la barra reían y bromeaban como dos adolescentes, haciéndose carantoñas y confidencias al oído. Incluso en un momento dado, él se acercó a ella, le tomó por la cintura y dejó deslizar una mano hasta su trasero con un gesto de total confianza.
H se retiró del puesto de vigía con cara de bobo y un tanto atribulado; parecía como si temiera ser sorprendido por ellos. Paradójicamente, después de pillarles in fraganti, tenía la extraña sensación de que, realmente, el "delito" lo estaba cometiendo él.

Llegó hasta su domicilio totalmente consternado. Para tardar más, subió por las escaleras en vez de hacerlo por el ascensor, entró en casa -la de V, naturalmente-, y se dejó caer pesadamente sobre el sofá del salón. Al hacerlo reparó en su indumentaria. Se dio cuenta que llevaba tiempo vistiéndose con la ropa del vecino, comiendo en su vajilla y durmiendo en su cama...

De repente se hizo la luz en su entendimiento y lo vio todo un poco más claro. De un brinco se levantó del asiento y fue corriendo hasta el baño para mirarse en el espejo. No vio su cara, porque la cara de H yacía arrugada -la pobre- en la papelera del cuarto de aseo. El mediocre, con pinta de panoli, que le sonreía desde el otro lado del espejo... era V. De hecho pensaba exactamente igual que V, es decir, en el modo de arrebatarle todo a su vecino de rellano para dejarle completamente vacío: M, los niños y R.
FIN

No hay comentarios: