sábado, abril 25, 2009

LA HORA DE LA SIESTA




Es la hora de la siesta,
una mecedora que no mece
duerme a la sombra de un porche,
la radio susurra con voz de locutora
noticias a las que nadie hace caso,
sucesos de ahora y de anoche,
un libro piensa letras boca abajo
encima de una baranda,
una hormiga cargada con una miga
pisa el libro sin mirar por dónde anda,
unas gafas de leer se tumban sobre una mesa
justo donde más pega el sol,
en una mancha reseca de baba de caracol,
sin factor de protección, sin un triste parasol.
Un viejo, oculto bajo un sombrero,
le pega un tiento al contenido de un pellejo,
masca palabras ininteligibles con unos dientes de pega,
y una mosca cojonera amaga joderle la siesta
mientras se posa sobre un palillo
que emerge de entre sus labios,
astillado y amarillo.
Un perro ladra cada vez que alguien,
ignorando qué hora es, osa pasar por su calle
sin que falte quien le mande que se calle.
Silencio, sequía de manantiales,
jadeos y gruñidos animales,
el tintineo de un grifo soltando gotas a pares,
sol a raudales fuera,
calor y sudor dentro de la casa,
en la cama, retozando dos amantes
se preparan: es la hora de la fiesta.



Kasi_siempre

No hay comentarios: