sábado, octubre 02, 2010

AFORISMOS


La soledad concede al hombre dotado de grandes cualidades intelectuales una doble ventaja: primero, le proporciona la posibilidad de estar consigo mismo; y, segundo, la de no estar con los demás.


[...] Orgulloso no es quien quiere; a lo sumo, puede parecerlo quien quiera, pero el que así haga acabará por abandonar pronto su papel, como sucede con cualquier papel prestado. Pues sólo la íntima, vigorosa e inquebrantable convicción de poseer méritos extraordinarios produce el hombre verdaderamente orgulloso. Tal convicción podrá basarse en un error o sustentarse simplemente en méritos exteriores y convencionales; esto no daña el orgullo con tal de que la convicción sea real y seria. Puesto que el orgullo tiene su raíz en la convicción, se hallará, al igual que todo conocimiento, fuera de nuestro arbitrio. A mi parecer su peor enemigo, su mayor obstáculo, es la vanidad, que corteja el aplauso de los demás a fin de fundamentar luego sobre éste la elevada opinión de sí mismo, mientras que la condición indispensable del orgullo es tener dicha opinión bien arraigada desde un principio.

Si bien el orgullo se censura y proscribe, creo, sin embargo, que esta actitud proviene de quienes no tienen nada de qué enorgullecerse. Ante la desvergüenza y la estupidez de la mayoría de los seres humanos, todo aquel que tenga algún mérito hace muy bien en ponerlo de manifiesto y no dejar que caiga del todo en el olvido. [...]



"Aforismos sobre el arte de saber vivir"


Arthur SCHOPENHAUER

No hay comentarios: