viernes, octubre 29, 2010

QUÉ VACÍO SE SIENTE POR DENTRO

Qué vacío se siente por dentro,
por incompetente,
por luchar sin miedo.
Qué tarde de lluvia tan seca,
tan llena de agua perdida
en el aljibe roto de mi alma.
Qué llanto tan vano y callado,
por llorar a ése que mira a otro lado,
por quedar cansado.
Qué árbol desnudo de hojas
por estar atado a la tierra,
por vivir parado.
Qué día más tonto el de ayer,
aquella cuestión de la medianoche,
que, más que pregunta indiscreta,
fue una consulta con voz de reproche.
Qué torpe me siento al perderte otra vez,
por echar más leña a esa hoguera
que nunca se apaga,
por cargar las tintas en tu alma prensada.
Qué triste se siente mi pluma
cuando la utilizo igual que se usa
el filo acerado de una navaja,
cortando tu aire, segando tu llanto,
y hasta disecando la arteria que nutre
y da vida a la muerte inconclusa
de tu desaliento y mi desencanto.


No hay comentarios: