lunes, febrero 14, 2011

LA NOCHE PASA DE MÍ.


La noche pasa de mí,
de puntillas se aleja,
dormida, callada,
insomne a veces me deja.
La nostalgia se encarama,
toma asiento
enroscada como un gato,
y, perezosa, ronronea
sentada cómodamente
sobre el vuelo de mi falda.
La noche es lo que tiene…
cubre mi duelo de estrellas,
y en ella,
mis sueños van tropezando
y cayendo como moscas
sobre mis propias huellas.
El mundo sigue su curso,
a pesar de mis pesares,
y siempre mira adelante
sin volver la vista atrás,
sin detenerse un instante,
ya no se acuerda de mí…
el mundo que tanto quise
en abstracto y relativo,
hoy,
se ha vuelto como la noche,
oscuro, áspero, raro,
es a veces vomitivo,
siempre pasando de todo,
siempre pasando de mí,
dejándome en camisón
asomada a la ventana,
plantada como aquel árbol
tan verde, tan frondoso,
infinito, tan cercano,
tan lejano en ocasiones,
aunque siempre tan hermoso…
Es el árbol que nació
condenado ya a morir,
justo el día en que te vi.

No hay comentarios: