sábado, marzo 19, 2011

AGUÍ DE TUS BESOS


Aguí de tus besos,
melaza en tu boca,
saliva melosa,
palabra callada
que guardas, celosa,
se torna dolabro en tu comisura.

Falce silencioso,
a voces callado,
a gritos a veces,
y, con gestos,
mudo es tu vocablo,
retraída locución
que duerme el sueño eterno
en pustulosa buera,
hiede en tus labios.

Así, sentencias cada noche
cuando no te acercas
al ver que te llamo,
un laudo macabro
de rígido juez,
Peor aún… de un hombre de ciencia
que juzga la esencia
de mis emociones
con fallo divino
que mata sin suerte
lo poco que tengo de humano.

Frenólogo tú, te hundes
en mis anfractuosidades
e idolatras mis afanes,
te sientes frenópata
capaz de estudiarme,
cuando mis dolencias
sólo son el fruto
de perversos azares,
un sino en mano abierta
de ludópata que me sigue el juego,
hasta que provoca todo un desatino,
festival de colores,
y mi mente confusa, afecta de amores,
sufre un descalabro.

No hay comentarios: