domingo, marzo 27, 2011

MUJER DIABÓLICA




Sangrante Lucifer, taxi hacia el infierno con amantes y chofer,
fascinante charlatán, irresistible Leviatán,
ardiente piel de Satán guarnecida en tafetán.
Deslumbrante Luzbel, hembra de serpiente cascabel,
portera de noche en su torre de Babel.
Perversa Belcebú que galopa a lomos de un cebú,
silencio mudo de un amor que hablar de él es poco menos que tabú.
Tórrido Mefistófeles que escuece
como la cálida e insidiosa picadura de un Anófeles
repartidor de Tele-Malaria a domicilio,
correveidile de urticaria al por mayor,
mosquito emisor de deuda hipotecaria.
Mujer astuta y arpía como un trago de cicuta en una orgía,
por obra y gracia de Dios aupada en un retablo,
y por afán del Diablo, hundida entre la paja de un establo,
carne de cañón propensa al revolcón,
promiscua dama, homérica tejedora de un vocablo ignoto,
escudriñadora del averno a bordo de una moto de potente cilindrada,
acreedora al mejor polvo que esconde entre sus piernas
la punta de un venablo, ya sabes de lo que hablo.
Casero y artesanal Anticristo,
fámula doméstica con potente y penetrante olor a pisto,
inocente y perversa, es la zorra que ataca con sus guisos
y seduce poco a poco, de un modo imprevisto,
aniquilando con besos y caricias, mientras,
con sorprendente y fría calma, se apropia de tu alma
y se fuma ante tus ojos, con lascivia, tu propio Montecristo.

No hay comentarios: