miércoles, junio 29, 2011

ARQUITECTURA

Añoro tus curvas, tus rectas,
la línea de tu espalda y cada ángulo de tu cara.
Extraño los recovecos de tu cuerpo aún ignorados
aunque siempre, siempre, sospechados.
Echo de menos cada sinuosidad,
cada accidente y cada protuberancia de tu anatomía.
Evoco los planos de tu personal diseño,
conozco tus instalaciones paso a paso
y he trazado con mis dedos en el aire
todas tus estructuras, tu forjado.
He amasado con mis manos la argamasa
que moldea y que da forma a tu figura,
y en mis delirios he creído levantar tu edificio
para después alojarme en él como una ocupa.
He querido hacer real mi mundo onírico
aceptando sin ambages tu proyecto de obras,
pero mis circunstancias rubrican que,
donde yo soñé, aplicado a ti, el concepto arquitectura,
sólo existe la tristeza vacía de un solar.

No hay comentarios: