ENTREGA DE PREMIOS DE AMIGOS DEL TEATRO

Con la actriz Natalia Millán (Cinco horas con Mario)

Con el actor Carlos Hipólito (Todos eran mis hijos, de Arthur Miller)

Con la actriz Maria Fernanda d´Ocón

Esta misma mañana, del día 11 de septiembre, acudí al Hotel Meliá Recoletos a la entrega de premios que cada año otorga la Asociación Amigos del Teatro de Valladolid. Este año los premios recayeron en la Asociación Amigos del Teatro de Ciudad Real, como grupo premiado, premio que recogió el actor que encarnará en su ciudad a Don Juan Tenorio el próximo noviembre.

El premio a la mejor actriz fue a parar a Natalia Millán por su labor como Menchu en "Cinco horas con Mario" de Miguel Delibes.

Y el premio al mejor actor recayó en Carlos Hipólito por su papel en "Todos eran mis hijos" de Arthur Miller

El evento fue presentado por Ángel María de Pablos, Presidente del Ateneo, y contó con la participación y presencia de Félix Hernández, Presidente de Amigos del Teatro, el Presidente de la Diputación, Domi, la Concejala de Participación Ciudadana y la actriz Maria Fernanada D´Ocón entre otros. Tras la breve semablanza que de cada uno de ellos hizo Ángel de Pablos, el reparto de premios y los consiguientes agradecimientos, amén del broche del evento por parte del Presidente de la Diputación, disfrutamos en el cálido ambiente del jardín interior del hotel, de un vinito español y de la oportunidad de charlar con los premiados y demás conocidos. Me encontré con una Natalia Millán guapísima, simpática, que no tuvo inconveniente en bajar de nivel cuando posamos juntas para que se notase menos la diferencia de estatura -es lo que tienen los "grandes", que no les importa bajar de nivel por una buena causa...- Le hablé de mi Diatriba, de mi admiración por Lola Herrera, ahora por ella, mi admiración por Cinco horas con Mario y por todo aquél que se atreve a sumergirse en aventuras de tal calibre. Me dijo que le hubiese encantado verme cuando ponga la Diatriba en noviembre, pues conoce el texto y le gusta mucho, pero estará de gira por otros lugares. Luego saludé a Carlos Hipólito, me dio la impresión de ser un hombre entrañable, cercano y tierno. Bromeamos con el posado, le dije que me cediese el privilegio de lucir mi lado bueno, y él, la mar de galante, no tuvo inconveniente.
También saludé a Maria Fernanda d´Ocón, y no sólo eso... reimos, ella dijo que me conocía, y yo le dije, ya me extraña, ya... la famosa eres tú. Después le dije que no se ofendiese, pues las comparaciones son odiosas, y en este caso, además, ella sale ganando, pero... le pregunté si nunca le habían ofrecido hacer de la Duquesa de Alba, no digo que se parezcan extraordinariamente, qué va... pero con su cabello, en tono oscuro, me recordaba mucho a la aristócrata. Dijo que la tele no le gusta nada, ya... repliqué, pero qué tiene que ver, a mi tampoco me mola y mañana grabo para una serie, la cosa es que tú, le dije, me gustas más para Doña Cayetana que Adriana Ozores... reimos con gusto, me pareció una mujer sumamente agradable.

Saludé a muchos conocidos, varios de ellos, eran poetas, también estaban Cornejo padre y Cornejo hijo; Alain Cornejo, ataviado con singular desenfado -gorrita de chulapo...-, al saludarnos, me recordó que nuestro trato para actuar en el Zorrilla ya estaba cerrado.