Asumiendo el reto de escribir
tantas como cinco veces cientos
de emociones hechas versos,
hoy empeño mis razones diseñando
sueños que duermen en lechos
de algodón, blancos y grises,
y se visten de rapsodas
que recitan en silencio.
Hoy me ofrezco desnuda
de alma y cuerpo
ante una nota de papel,
mi corazón por delante va latiendo,
y el flujo de la sangre derretida
camina galopando por mis sienes.
Así, poco a poco voy sintiendo
que desgrano poemas, letra a letra,
como cuentas de un rosario,
trocando mi básica filosofía,
la que escondo en una taza,
en sentimientos guardados
al fondo de mi coraza,
y la vida, esa gran dama embustera
rellena de hedores por dentro
con cobertura de nácar,
en su fluir va mostrando
que más que vida esto es cuento
sin principio y sin final,
el cuento de amar y no sufrir
que a fin de cuentas,
hablando de emociones hechas versos,
tantas como ciento y pico mil,
es lo mismo que decir
que este sin vivir es ese cuento vil
que me lleva hasta el final
sin más opción que seguir y no parar.
tantas como cinco veces cientos
de emociones hechas versos,
hoy empeño mis razones diseñando
sueños que duermen en lechos
de algodón, blancos y grises,
y se visten de rapsodas
que recitan en silencio.
Hoy me ofrezco desnuda
de alma y cuerpo
ante una nota de papel,
mi corazón por delante va latiendo,
y el flujo de la sangre derretida
camina galopando por mis sienes.
Así, poco a poco voy sintiendo
que desgrano poemas, letra a letra,
como cuentas de un rosario,
trocando mi básica filosofía,
la que escondo en una taza,
en sentimientos guardados
al fondo de mi coraza,
y la vida, esa gran dama embustera
rellena de hedores por dentro
con cobertura de nácar,
en su fluir va mostrando
que más que vida esto es cuento
sin principio y sin final,
el cuento de amar y no sufrir
que a fin de cuentas,
hablando de emociones hechas versos,
tantas como ciento y pico mil,
es lo mismo que decir
que este sin vivir es ese cuento vil
que me lleva hasta el final
sin más opción que seguir y no parar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario