miércoles, abril 25, 2012

EL POZO DE LOS SUEÑOS


EL POZO DE LOS SUEÑOS

Envuelta en las sombras,
en el gozo de la penumbra,
la noche deambula
y se pasea descalza sobre alfombras.
El sueño crece y teje,
urde telas que atrapan ilusiones
y se deslizan y derrapan
como telarañas diluidas en un pozo.

Es túnel negro del que nadie sale,
así pues, nadie se extrañe
que en el propio amanecer la oscuridad se instale.

El despertar nos aproxima a lo real
y el parpadeo abanica las miradas
que, límpidas y despejadas,
hacen volar lo irreal.
Cuántos sueños se fraguaron en la almohada,
sueños que, al llegar el día,
se precipitaron, inconscientes,
en el fondo de una taza de café,
como barro, como lodo,
hechos fango en lo más hondo,
sueños invertebrados, convertidos
en pasto de voraces pitonisas
que, con sutiles argucias y pesquisas,
cuando interpretan los posos
intentan sofocar las risas
reverberándolas en las paredes de un pozo.

Es túnel negro del que nadie sale,
así pues, nadie se extrañe
que en el propio amanecer la oscuridad se instale.

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