Voy a vestirme de seda
para ti,
voy a vestirme de gata
para que acaricies mi
lomo,
para que me des la
lata cada día,
para hacer de mis
noches una orgía
de luna de miel y de
nata.
Cada vez que a tus
sueños yo me asome,
me presentaré sin bata
y me vestiré de fuego
para ti,
pintaré mis ojos y
lavaré mi boca
para que besarme sea
mucho más
que darle un soplo de
vida a una pobre loca.
Voy a adornar mi
espalda para ti
con plumas de avestruz
y pavo real,
quiero ser la más
bella de tu parcela erial
para robar tus lunas,
quiero ser la gallina
más hermosa en tu corral
para que no me mates,
y si no soy la reina
de tu alma,
ni la dueña de tu
cuerpo
ni la actriz
protagonista de un recuerdo del pasado,
al menos seré la brisa
que remueva,
que dé risa y que
transforme en tu desierto,
grano a grano, golpe a
golpe y verso a verso,
la arena de tus dunas,
cada domingo,
cada lunes, cada
martes, a la hora del fútbol,
del café o de la misa.