A CONCIENCIA
El éxito en la paciencia.
La esperanza en la creencia.
La ilusión en la inocencia.
La seducción, a veces, en una gran elocuencia.
El poder en una imposible y envidiable omnisciencia.
La violencia, no sé si se basa, pero engorda con la
violencia.
Los gozos y los placeres vienen de la mano de alguna
que otra turgencia.
La locura, en mi caso, asienta sus reales posaderas en
la reminiscencia.
El infortunio se digiere mejor desde la inconsciencia.
Si se va suelto de vientre, lo que conviene es la
astringencia.
La hipocresía es hermana de la apariencia y prima de
alguna extraña deficiencia.
La histeria se adivina bajo el velo de la bella
indiferencia.
La tristeza ofrece como menú un plato a rebosar de
inapetencia.
El frío aumenta con la ausencia.
Pero el calor no aumenta con la carencia, es más, se
está más frío cuanto más grave es la falencia.
Un consejo, cuando se pone heavy, suele
disfrazarse de advertencia.
La mejor vocación del ser humano es la que se resuelve con eficiencia.
Que te sientan muerto cuando estás vivo, eso no es un
error clínico, eso es una penitencia.
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