lunes, febrero 18, 2013

Prólogo a DiVersos, pronto el libro...

Antes de nacer DiVersos, nacieron Cóncavos y Con Versos, de algún modo surgieron como una necesidad que ahora no viene al caso, y si viene, da igual… pues, por mucho que aporree, no pienso abrirle la puerta a ningún tipo de necesidad que me ligue a un folio. Escribir debe ser un acto íntimo y placentero casi siempre, psicoterapéutico en muchas ocasiones, vocacio-nalmente comunicativo la mayor parte de las veces, pero siempre ha de ser libre, y más aún cuando hacemos poesía. Por eso no hablaré de necesidades a la hora de ejercer el “poetazgo”, pues sería tanto como hablar de obligaciones. Ha sido gozoso crear poemas cóncavos, además de con versos, para evocar mi infancia y recrear esos años que viví en la casa de mis abuelos, para hablar de regresos, del pasado, de rutinas, de la tarde, del verano... Igualmente ha sido una grata tarea recopilar otra tanda de poemas, algunos de ellos largos, aunque de breve título —sólo dos palabras—, a fin de lograr un libro con mayor enjundia, no sé… se me hacía un poco escaso presentar en sociedad un librito exiguo y raquítico, de manera que me zambullí de cabeza en el océano de archivos que guardo en mi computadora, aún a  riesgo de golpearme  en ella con una roca del fondo, hasta que di con lo que buscaba, un ramillete de versos apilados que van del caos que me envuelve, al adiós, pasando por el rastro, la esquina, la madriguera, la sombra, las palabras, los besos, las caras, los parques y los papeles quemados con olor a chamusquina. Creo que salí a flote e indemne, y los titulé así… En dos palabras, ahora este humilde poemario  —o lo que sea esto— y yo, sólo aspiramos a seguir navegando a la deriva, donde nos lleve el viento que emana de la lírica —hay que reconocer que esta frase me ha quedado redonda, sí…— a ser posible sin naufragar. Y si naufragamos, no importa… siempre nos quedará el recurso de aferrarnos a algún verso suelto, oveja negra, tabla de salvación… ¡maldito poemario  que me trajo de cabeza hasta estas procelosas aguas!

 

 

 

No hay comentarios: