viernes, septiembre 26, 2014

Y no llega, y si viene, se va




 Y no llega, y si viene, se va.
Asoma la noche
y se alza oscura
sobre los tejados,
cálida queda,
terciopelo capa
que cubre de gloria
la sonochada.
Techumbre de vicio
que cruje y se queja
bajo un llanto de estrellas
y un polvo de luna.
Amor de luna y de sol
a mi servicio,
pasión sideral
en la conjunción,
sicigia fatal
que te lleva ¡Oh Selene!
a provocar una evección
en tu órbita,
por ese deseo animal
y ardiente calor,
fornicio de luna y de sol,
qué envidia me dais,
¡Oh, Selene!
Y no llega, y si viene, se va.
La duda se marcha,
la certeza se aloja conmigo
y se engarza en mi cuello
como un talismán de metal.
La cruda verdad,
la cruel realidad
me dice que siempre
que pienso lo malo
del bien y del mal
es seguro que acierto:
ni me quiere,
ni me quiso
y tampoco me querrá.
La cruel realidad
se yergue entre sombras,
y tú, ¡Oh, Selene!
derramas lujuria
en una fiesta salaz
que ilumina
mi senda perdida,
mis noches sin ti,
y deja prendida
en mis labios
una triste balada,
una canción de cuna
que canto en silencio
mientras aguardo.
Y no llega, y si viene, se va.




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