martes, marzo 31, 2015

Las Criadas en el Día Mundial del Teatro



Las Criadas de Genet -o de Zahorí Teatro- estuvimos celebrando el Día Mundial del Teatro en el C.C Delicias. Eso fue el domingo 29 de marzo.

Por cierto, copio y pego el Manifiesto que escribí para la ocasión y que leyó amablemente Santiago Estévez, Director de Las Criadas, en el C.C Bailarín Vicente Escudero.


Estimado público, queridos colegas:

Otro año más estamos reunidos en torno al Día Mundial del Teatro, en torno a un escenario y, sorprendida, padezco una suerte de trastorno y entorno mis ojos para festejar que, pese a los tornados que asolan la cultura, aún se muestran entornados los telones para nosotros, cuando hay espacios que se nos cierran; que los focos se siguen encendiendo cuando los díscolos móviles se resisten a apagar; que los murmullos del patio de butacas amainan,  mientras nuestras voces se abren hueco sobre las tablas, hasta que  arrecian los aplausos, y que los nervios del estreno florecen, aunque las ilusiones en ocasiones se amustien porque los proyectos nacen, crecen, pero a veces mueren de inanición, más por falta de alimento que por falta de afición.
El Teatro es crisis, crisis, crisis. Siempre la maldita crisis ha señalado el camino del Teatro y de la Cultura maltratada. Siempre con todos y ahora más si cabe, que si me llamase Cultura,  me apellidaría Maltrecha, y lo que ayer fue por mirarte, hoy lo será por Werte.
Así pues, sugiero que en este día y en adelante sigamos siendo lo de siempre, almas libres, y ya que no podemos hacer lo que queremos ni debemos, hagamos lo que soñemos, puesto que los que pueden no hacen lo que deben y, si hacen lo que quieren, suele ser lo acostumbrado: intentar sofocar la llama de nuestros sueños a base de jarros de agua fría.

Volvámonos locos, perdamos los papeles, quedémonos en blanco, improvisemos como los buenos actores, imaginemos que nos tratan bien las instituciones y hasta que el público nos quiere, si es por soñar… podemos… El tiempo pasa, el mundo gira, las modas cambian y los artífices de la escena, como hojas secas de árbol, mueren, pero el Teatro siempre quedará haciendo equilibrios sobre un cable tan ligero como un suspiro. Del Ditirambo a la tragedia, al drama, mimo, pantomima, la comedia, los Misterios, la Comedia del Arte, el postisabelino, el auto sacramental, el siglo de oro, la tragedia y la comedia francesas, la pastoral, el melodrama, el romanticismo, la ópera bufa, el simbolismo, naturalismo, realismo, Stanislasky, la alta comedia, el sainete, el absurdo, el happening, Grotowski, marionetas y kabukis… hasta las últimas tendencias, el teatro, pese a quien pese, pase lo que pase y nos pise quien nos pise, será ilusión para el que mira, pasión para el que actúa, reto para el que dirige y quebradero de cabeza para el que produce, pero siempre, será, y nosotros, si nada lo impide, estaremos. Brindemos hoy, Día Mundial del Teatro, con esos jarros de agua fría que tratan de diluir la Cultura, bebamos hasta la última gota para que nuestras penas y nuestras risas se mantengan a flote en la superficie, otorgándole así larga vida a ambas caras del Teatro. 

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