lunes, febrero 28, 2011

7º poema de "Los quinientos versos que hay en mí"



De lleno sumida
en la penumbra de la noche,
aumentan y me asaltan mil temores,
las lágrimas pugnan
por llover sobre mi almohada,
movidas por variadas intenciones.
Es el pan de cada noche,
es la chispa que calienta mis motores,
pantufla cálida de invierno,
gorro de dormir,
asalto de cama en primavera,
inquietantes y pérfidas visiones,
mil nubes de asfalto gris
pueblan mis oscuridades de pesadillas,
son sueños retorcidos y apretados
entre amasijos de hierro
que sólo acaban
cuando termina la noche
al izarse el nuevo día.
Las persianas que velan mis ojos
se estiran celando las ventanas,
y dan rienda suelta a mi anarquía,
la que gobierna el lado
más amable de mi mente,
el hemisferio que yo prefiero,
que es el que vive
más cerca del corazón
y más lejos de la razón.
La musa ya instalada
y aún dormida,
se despereza al llegar
el conticinio de la hora vaga,
y presiente que se aproxima
la cita con el ingenio,
el momento de la acción.
Busca alimento con gula
en los archivos de mi memoria,
despensa pletórica de viandas que,
merced al mucho tiempo
que ha trabado mi alma
y cuerpo a la existencia,
se ofrece cual pantagruélico festín
a los ojos de la ilusa.
De tal modo que devora con avidez
cuanto de bueno y de malo hay en mí,
traduciendo en letras sobre papel,
mi sentir, mi recordar,
mi discurrir a través de esta
frágil jungla de cristal
que arranca en el ahora,
se pierde en el ayer
y no se encuentra en el mañana.
Así, poco a poco almaceno
en mis cuadernos poesía,
y diseño legajos
que miran de soslayo
el rostro suave de la lírica,
reunidos los versos,
todos ellos atados en gavillas,
versos que a esta hora,
la más preclara del día,
ya suman más de doscientos
y van poniendo los cimientos
de lo que va dando en ser
algo más de dos veces ciento.

domingo, febrero 27, 2011

6º poema de "Los quinientos versos que hay en mí"


Cae la tarde y el día va tras ella,
el sol en la distancia se aprecia
como faro sobre roca
rojo y encendido, es sol viejo
que muere un poco
con cada latido del crepúsculo.
La luna se anuncia cenicienta
y se debate en su salida:
duda si mostrar la facies cuarta,
la menguada o la más llena.
La jornada aminora sus quehaceres
a medida que oculta
sus tristes atardeceres,
la poetisa salmodia
una canción de amor
edulcorada con azúcar
para paliar su amargor.
Viene la musa callada,
llama a la puerta
y halla el alma dormida del poeta,
es la hora de la nostalgia,
es el momento que presagia
la realidad que ataca al recuerdo
con el filo de una catana.
Crear, escribir, girar, vibrar,
caer para no levantar…
paso a paso voy estando preparada.
La musa entra en mi mente
y arrasa prendiendo la mecha
que enciende mi llama,
ahora sí…
ahora me grita la inspiración
reclamando mi atención,
y derrama sobre mí,
cual lluvia de oro,
un manantial con ideas,
un escrito incólume y pleno
que me agranda y enaltece
o me hunde y envilece,
según dicte lo que
dictar puede un depende.
Así, poco a poco
voy creando poesía
cuando lentamente culminan
las horas su agonía,
y trazo los caminos
por donde pasea la razón,
la experiencia y lo vívido
que de mí esperan
una vuelta de tuerca
hacia el absurdo y lo irreal.
Éste es el proceso creativo
que de un modo natural
lleva a los poetas
al sitio donde nace la lírica,
crece la épica,
se desarrolla la bucólica,
y cuando mengua el tiempo del amor
y aumenta el desamor,
también muere la idílica.

sábado, febrero 26, 2011

5º poema de "Los quinientos versos que hay en mí"





Son más de cien los que voy viendo
desfilar ante mis ojos,
más de cien versos cubiertos
por el llanto y por el polvo,
y van volando,
van surcando cielos de papel,
aún sospecho que están rasgando
un alma dentro de él.
Mi poemas arrancan quejidos acallados
de un llorar enmudecido que a ti,
inviolable musa,
te hace sentir piedra
sobre un solar vacío,
y te hace sentir ascua
de una hoguera
en un lecho baldío.
Atardeceres rotos junto al mar
de viajes infinitos,
asoman sobre fotos arrugadas
con sonrisas congeladas
en poses estampadas,
de fondo, las erizadas olas
y rasantes vuelos de gaviotas
ondulan pensamientos
que se yerguen sobre mí
con arrogancia,
mientras atisbo,
rayano el horizonte,
aquella estrella lejana que señala
nuestro norte.
Es la hora creativa,
es el momento del día
en que, sentada frente a Poseidón,
presiento que poco a poco diseño poesía
con trazos inseguros
encima de una roca,
inspirada por el ruido de una caracola
enterrada entre la arena,
y el recuerdo de tus labios en mi boca
cuyos besos aún me queman.

jueves, febrero 24, 2011

4º poema de "Los quinientos versos que hay en mí"


Ya me alcanza el sol del mediodía
e inclemente aplasta mis ideas.
Sus rayos me acompañan,
prímula profecía de bronce
que el estío certifica
como baño del dios Helios
sobre mi piel dorada,
mis crines plateadas
y mi falda remangada.
Hora infernal del meridiano,
corpúsculo infinito
perdido en el espacio,
trémula inspiración que late
tras las nubes sobre el evo,
es la estrella en que me miro
llegada la noche,
abierta la ventana a cal y canto,
aplacados los ánimos,
dando suelta a los instintos
y abriendo la jaula
al corazón quebrado.
A solas, el amor frente a un espejo,
burlando mi pasado,
hace muecas al presente
y niega en mi el futuro
que el tiempo me ha obsequiado.
Anegado el rostro en lágrimas,
ceñido el cuerpo de sudores
y ungida mi alma
por delirios desatados,
bajo las sábanas doy fe
a mi conciencia de todo cuanto hago,
y rindo cuentas a mi almohada
lo mismo que a un notario.
Así, poco a poco voy cribando poesía,
letra a letra, y voy filtrando
esos versos que me inspiras cada día.

lunes, febrero 21, 2011

UN ENSAYO DE "COLECCIÓN PRIVADA"

3º de "Los quinientos versos que hay en mí"


Siempre escupo la primera letra,
la primera frase y el primer verso,
cuando mi alma aún dormida
atrapa al cuerpo y le sacude,
sacándole de pavorosos sueños,
librándole de abrazos de Morfeo
y de Eros infinitos que se mecen
en cunas de quimeras.
Mis carnes doloridas
de entrañas palpitantes,
y mi sexo entumecido
por una larga espera
de promesas incumplidas
y anhelos prohibidos,
son silencios inflamados
en labios lacrados
que abrasan más
que mil bocas abiertas
surcadas por lenguas de fuego
y palabras que queman.
Así, poco a poco voy sintiendo
que desgrano poesía paso a paso,
a la vez que saludo un nuevo día
y barrunto el sabor a savia muerta
de mi tallo sin tu tallo,
cuando llega la hora
vespertina del ocaso.



domingo, febrero 20, 2011

2º poema de "Los quinientos versos que hay en mí"


Al escribir horado en mi profundo ser,
espinosa sima de conflictos,
doliente cicatriz que no cierra,
brecha por donde
el alma vierte su sentir,
morada incierta del recuerdo,
bastión de la nostalgia
que no deja de temblar
ante el acoso de mi pluma.
Fortaleza de escayola soy,
aparente torre disfrazada
de mármol sin pulir
y por dentro nata y fresa.
Hurgo en mi interior
buscando tinta,
y para entrar derribo una barrera
inexpugnable y transparente,
muro de metacrilato que provoca
una hemorragia de añoranzas
ansiosas por salir.
Así, poco a poco voy sintiendo
que desgrano poesía,
letra a letra,
y el guerrero que hay en mí
abandona sus efímeros puñales
que, delicadamente,
va cambiando por dagas de poeta.

sábado, febrero 19, 2011

1º de LOS QUINIENTOS VERSOS QUE HAY EN MÍ



Asumiendo el reto de escribir
tantas como cinco veces cientos
de emociones hechas versos,
hoy empeño mis razones diseñando
sueños que duermen en lechos
de algodón, blancos y grises,
y se visten de rapsodas
que recitan en silencio.
Hoy me ofrezco desnuda
de alma y cuerpo
ante una nota de papel,
mi corazón por delante va latiendo,
y el flujo de la sangre derretida
camina galopando por mis sienes.
Así, poco a poco voy sintiendo
que desgrano poemas, letra a letra,
como cuentas de un rosario,
trocando mi básica filosofía,
la que escondo en una taza,
en sentimientos guardados
al fondo de mi coraza,
y la vida, esa gran dama embustera
rellena de hedores por dentro
con cobertura de nácar,
en su fluir va mostrando
que más que vida esto es cuento
sin principio y sin final,
el cuento de amar y no sufrir
que a fin de cuentas,
hablando de emociones hechas versos
tantas como ciento y pico mil,
es lo mismo que decir
que este sin vivir es ese cuento vil
que me lleva hasta el final
sin más opción que seguir y no parar.

jueves, febrero 17, 2011

RASTRO


Rastro, te sigo
huella en asfalto,
gris de armonía,
oscuridad sublime
de tu mirada,
la que acaricia
mi encrucijada,
mirada efímera,
mirada mía.
Persigo en mi locura
tu pie sobre tierra
fresca y húmeda.
Devenir tan esperado
sin sufrir,
tarde de agosto,
tormenta de estío
sin lluvia ni abril.
Laxo es el tiempo
de espera
cubierto de amor
y calima,
duro el otoño
que cubre con hojas
de calendario
el suelo de un parque,
noche de octubre,
viento del norte
sin árbol ni luna.
No hay quien soporte
el silencio
que un día dejaste
sobre el teclado
de un piano mudo,
luz que agoniza,
poeta borracho,
no hay más bebida
ni cera que arda
en el candelabro,
te busco en la alfombra,
caído en el suelo,
me agacho
y… la partitura
que me has diseñado
apenas te nombra,
pero yo la beso
y luego me marcho,
dejando el sonido
de mis pisadas
guardado en un cofre
como un relicario,
para que recuerdes,
por si has olvidado,
el garbo que luce
mi breve zancada,
mi olor afrutado
mi triste mirada,
siempre enamorada.

lunes, febrero 14, 2011

LA NOCHE PASA DE MÍ.


La noche pasa de mí,
de puntillas se aleja,
dormida, callada,
insomne a veces me deja.
La nostalgia se encarama,
toma asiento
enroscada como un gato,
y, perezosa, ronronea
sentada cómodamente
sobre el vuelo de mi falda.
La noche es lo que tiene…
cubre mi duelo de estrellas,
y en ella,
mis sueños van tropezando
y cayendo como moscas
sobre mis propias huellas.
El mundo sigue su curso,
a pesar de mis pesares,
y siempre mira adelante
sin volver la vista atrás,
sin detenerse un instante,
ya no se acuerda de mí…
el mundo que tanto quise
en abstracto y relativo,
hoy,
se ha vuelto como la noche,
oscuro, áspero, raro,
es a veces vomitivo,
siempre pasando de todo,
siempre pasando de mí,
dejándome en camisón
asomada a la ventana,
plantada como aquel árbol
tan verde, tan frondoso,
infinito, tan cercano,
tan lejano en ocasiones,
aunque siempre tan hermoso…
Es el árbol que nació
condenado ya a morir,
justo el día en que te vi.

domingo, febrero 13, 2011

HELIA


Helia se removió incómoda en su pequeño cuchitril. Hacía frío allí dentro y reinaba la oscuridad más absoluta. Pensó en lo paradójico de su nombre, Helia, no podía haberle tocado en suerte otro nombre más luminoso que el suyo, mientras su destino parecía ligado y condenado a discurrir entre sombras. Llevaba mucho tiempo sumida en esa callada quietud que tienen las vidas-sacórfago, cuando un buen día las cosas empezaron a cambiar tras soplar el viento a su favor. A través del grueso muro del habitáculo, elaborado con adoquines artesanos, una argamasa mezcla de rutina y aburrimiento, responsabilidades y renuncias, se abrió un resquicio, y dio en filtrarse una luz blanca y aguda que se adivinaba rutilante, hermosa, cegadora… Efectivamente, Helia acercó su rostro a la ranura y pudo contemplar el sol más bello y radiante con que jamás hubiese podido soñar. El boquete se fue haciendo más amplio, una brecha en toda regla y en toda vida, que le sirvió para poder salir de su sempiterna oscuridad. Conoció la caricia del sol, sus besos, su calor, su manera de quemar cada vez que dirigía su mirada hacia él; supo lo que eran volar mariposas dentro de su cuerpo, unas malditas libélulas que le cortaban hasta la digestión; supo lo que era tener el brillo más dorado sobre la piel, el cabello color azul mar, la belleza inmarcesible de las personas enamoradas, sobre todo… supo que en la cara a menudo se perfila una especie de hendidura de la mitad para abajo, llamada boca, que además de servirnos para comer, hablar o escupir, sirve para besar y para sonreír; esto es cuando se curva hacia arriba, pues si se curva hacia abajo la gente lo llama “estar triste”. De la mano del sol, aferrada a uno de sus rayos, un haz maravilloso semejante a las crines de un brioso corcel, conoció ese extraño e ignorado mundo que, por lo visto, le rodeaba a ella, aunque no lo hubiese podido imaginar ni en mil años que hubiese habitado allí dentro encerrada, y que a su vez vivía -y vive- circundado por el sol; realizaron largos viajes a ninguna parte, viajes singulares donde uno siempre se pierde en un aeropuerto no establecido y aparece en otro, justamente en las antípodas del anterior, que tampoco es el convenido ni el acordado, pero que siempre depara al visitante alguna grata sorpresa; Helia aprendió a besar aunque ya sabía, el que no sabía besar era él, pero ella le hizo creer que era el más maravilloso Casanova que hubiese existido jamás; también aprendió a utilizar el lenguaje, sobre todo el lenguaje de las flores, de los pájaros y de los ríos; construyó una gran casa de chocolate con almendras y avellanas, y pintó en el horizonte una enorme montaña que a menudo lucía una suerte de parhelio en sus diferentes versiones: a ratos, una espesa niebla que le velaba por completo, otras veces se cubría de cielo azul, de barbas blancas de nieve o de nubes de color violeta, según el día… Se olvidó del tiempo y del espacio, también se olvidó de las sombras. Pese a todo, Helia tenía miedo, pensaba que aquello era demasiado bonito para ser verdad. Conocía el pensamiento de Platón, conocía el mito de la caverna y sospechaba que aquello podía ser una réplica del mito, ¿y si se tratase tan sólo del efecto provocado por un helióstato? Sí… en ese caso ni la luz sería tal luz, el sol sería un sol manipulado, el amor no sería eso que ella creía sentir, y Helia no sería Helia, puede que fuese incluso una proyección de si misma arrojada a través de un espejo, quién sabe...
Un día, no recuerda si fue al amanecer o al anochecer, entre otras cosas porque en la oscuridad más absoluta uno carece de referencias para saber la hora o el momento, descubrió que el sol se había ido, la grieta seguí allí, en la pared, pero ya no entraba la luz. Lloró, suplicó, dio puñetazos en las paredes, se asomó a través del boquete, nada… sólo había negrura, un luto infinito que llegaba hasta el otro lado de la vida, allá donde todo se acaba, uno da la vuelta y regresa de la muerte; se enfadó, se peleó con una rata enorme que vivía con ella desde hacía varios años, y con la que se disputaba la escasa comida que podía arrebañar de algún rincón; finalmente, cuando ya no pudo más, se desmoronó, dando por hecho y resignándose a lo que sería –de nuevo- reeditar su futuro, un futuro basado en un presente amargo y anodino, triste.
Miró a la rata compasivamente pensando que algún día ella sería igual: “Me crecerán bigotes, barriga y un rabo largo, tan largo como el de la Pantera Rosa”. Se palpó la cara, ansiosa, buscando la hendidura, no había sonrisa, no había palabras, por no haber… ¡no había ni boca! Cansada de luchar, se tumbó sobre el gélido pavimento, apenas sentía el frío, ya no sentía ni los pies… la friura le llegaba al pecho y le cortaba la respiración, por eso lo mejor era no moverse ni pensar, dejarlo todo tal y como estaba. De pronto sintió voces, un murmullo se escuchaba desde el otro lado del muro, parecía que deambulaba mucha gente arrastrando cosas… ¿fardos, cables, maletas…? La actividad cesó cuando alguien, una voz que le sonaba familiar y conocida, que bien pudiera ser la de un locutor de radio, dio una orden seca y tajante: ¡¡CORTEN!!
Y fue ese día cuando Helia cayó en la cuenta de que la caverna era ella.

sábado, febrero 12, 2011

PERSONAL E INTRASFERIBLE


Perdí mi identidad de modo irreversible, la perdí en el silencio de una noche sin luna, en el azul de un cielo sin nubes, en la oscuridad de un pozo sin fondo, en la inmensidad de un océano vacío. Confundí mi alma con la tuya y el corazón se tornó transparente, urna de vidrio donde guardar las cenizas de sueños imposibles, de amores prohibidos y de deseos candentes.
Extendí mi mano para asirme a la tuya, y mis dedos arrugados, lánguidas hojas de otoño, quedaron suspensos en el aire, flotando… como partículas de una amistad sin dueño. Las palabras, virutas de árbol caído que se sabe fulminado por el rayo del desprecio, ésas sí, brotaron de mi boca declarándose culpables antes de llegar a juicio, se penaron por si solas a cadena perpetua y se entregaron, reas sumisas y resignadas, a la cárcel de tu olvido. Allí cumplen condena sin que nadie las vigile, y rinden cuentas al diablo por su osadía, al mundo por su verdad y a ti por su torpeza.
Entre rejas, mi verbo palidece sin que el sol de tu mirada le penetre y le fecunde con ideas que llenar tantos escritos, tantos como han sido… y, lo que es peor aún, sin el calor de tu aliento, vaharada con aroma de hombre que se proclama vivo y se percibe muerto; hoy este verbo se arrepiente de su error, por la propia naturaleza de ser verbo y por su esencia inoportuna de ser verbo tan sincero. Mis sueños aún te quieren, son sueños infantiles que nacieron y murieron a la vez en el marco de un escaso micromundo, y pese a su leve envergadura, tan exigua, jamás hallaron cobijo en tu magno macromundo, no hay más que echar las cuentas, las cifras nunca fallan, no hay color… Tu mundo de ciencia es un mundo racional que abraza cosas físicas y se sostiene en argumentos basados en la lógica; el mío es un mundo de casa de muñecas con paredes de papel y sillones con olor a caramelo; es un mundo irracional que abraza la locura y se fundamenta en una urdimbre de sueños incumplidos, mecidos y arrullados por el viento que se los lleva lejos, es un mundo ilógico. La casa de mis sueños, antes de ser vieja, era pequeña y ruidosa, era redonda, por eso la gente decía que yo vivía encerrada en un cascabel, y, como me sentía feliz allí dentro, decidieron castigarme con el exilio. Me he quedado sin casa, mis sueños poco a poco se han ido quedando sólo con la parte ilógica e irracional que tienen todos los sueños del mundo, y ahora necesitan la razón, la tuya, que les reconduzca de nuevo, aunque sea por la vía del desdén, sobre raíles oxidados de un corazón de hierro, y a bordo de un tren con destino a alguna estación del olvido, que ya ni recuerdo cuándo, ni recuerdo dónde cuando me pregunto porqué.

viernes, febrero 11, 2011

Por fin... ¡estreno!



PUES ESO... EL LUNES, 14 DE FEBRERO, A LAS 18 h... COLECCIÓN PRIVADA DE MIGUEL ÁNGEL MAÑAS, EN EL TEATRO EXPERIMENTAL DE LA ESCUELA SUPERIOR DE ARTE DRAMÁTICO DE CASTILLA Y LEÓN. A LAS 19 h, UPPERCUT DE DIEGO PALACIO. ALLÍ ESTAREMOS.

TALLER DE TEATRO CONTEMPORÁNEO

miércoles, febrero 09, 2011

REFLEXIONES, XVII



¿Alguna vez has descubierto una carta o un escrito del pasado que haya removido tu conciencia?
La conciencia a menudo juega malas pasadas: nos saca los colores.
Naturalmente hay excepciones, se trata de aquellos casos en los que uno actúa con frialdad, anteponiendo la razón a otros intereses, los del corazón. Son personajes fácilmente identificables: jamás piden disculpas, no sienten el menor afecto, se comportan como psicópatas auténticos… ¿todos…? No, ni son todos los que están ni están todos los que son, pero los que son así, están, aunque no les veas ni les oigas, sencillamente, espían, están al acecho. Cuídate de ellos, no dan más que disgustos.

lunes, febrero 07, 2011

REFLEXIONES, XVI



Cuando nuestro micromundo se desmorona, cae y sufre un descalabro, no está motivado por una sola causa, suele ser por varias razones que confluyen en un punto: ése es justamente el punto donde se aloja el desencanto.

domingo, febrero 06, 2011

Komando Miramoto en Las Nieblas

Miramoto en Íscar




Estos son sólo algunos de los integrantes del Komando -motero- Miramoto, que se dieron cita en la tarde de ayer en la localidad de Íscar, para acudir a la concentración que se lleva a cabo anualmente, más conocida como "las Nieblas".

sábado, febrero 05, 2011

REFLEXIONES, XV


Las ilusiones tienen alas, por eso vuelan y llegan muy lejos, pero cuando caen al suelo y se desmoronan, es muy difícil que remonten el vuelo, esto es debido a que además son dueñas de un culo superlativo, extremadamente pesado.

viernes, febrero 04, 2011

Sinrreflexión



Sola, en el invierno azul la muerte rompió el velo.
Sola, me quedé sin luz, sin vida y sin consuelo.
Sola, desheredada y sin dinero.
Sola, como una estrella que cae del cielo.
Sola, frente a un abismo que habita el miedo.

Le vi por primera vez, una tarde en un café.
Y sucedió. Ganó el amor.
Viví una ilusión, cuento del corazón.
Después marchó sin un adiós.
Sin un adiós.

Sobreviviré,
y aunque la vida me aseste su golpe mortal,
y aunque las noches de niebla me impidan mirar,
y esta vida que tengo y que es la mía.

Sobreviviré,
y aunque la llaga del tiempo me quiera matar,
y aunque la pena me ahogue en cada despertar,
sobreviviré, a esta vida que tengo y que es la mía.







miércoles, febrero 02, 2011

REFLEXIONES, XIV -No es por incordiar-


Como en muchos otros asuntos, en esto de la Ley Seca del Tabaco, el cinismo y la hipocresía llegan a grados superlativos.
No se trata de hacer apología de algo que está demostrado que es “caca” para la salud, ahora bien, hay una serie de datos que hieden, incluso huelen peor que el propio olor a tabaco rancio que se queda adherido a la ropa. Enumero porque soy bastante amiga de enumerar, no porque en mi lista estén reunidas todas las apostillas que debieran estar, ya se sabe… ni son todos los que están ni están todos los que son.

a) Por lo que nos llega desde los medios de comunicación, sobre todo, televisión, da la impresión de que la prohibición de fumar, no sólo en bares, ojo… también en muchos otros lugares que no lo son, y que pertenecen al espacio libre de la calle, como puede ser una parada de autobús o un parque, digo… da la impresión de que es algo negativo que va a afectar únicamente a los usuarios del tabaco en primer término, y después a los hosteleros. Nunca se habla de los vendedores de tabaco, los estanqueros, que, por razones que no alcanzo a entender, no dicen ni mu al respecto, no se manifiestan, cuando pienso que ha de ser uno de los colectivos más perjudicados, es como si fuesen delincuentes sabedores de que es preferible guardar silencio, o cualquier opinión vertida al respecto puede ser utilizada en su contra, incluso en presencia de sus abogados.

b) El fumador es considerado y tratado como un apestado, sigo hablando de los medios, la tele, esa bendita caja de opinión. Hablan de “ellos” como un mal a extinguir, seres molestos que incordian por doquier, son el “coco” que asusta a los niños, cuidado Pepito, que viene un tipo fumando y puede ser peligroso, no te eche el humo encima. Habrá que prevenirle también a Pepito de otros riesgos a los que puede verse sometido el día de mañana, por ejemplo, dejarle bien claro desde la más tierna infancia, que hacer balconing en los hoteles para festejar que uno cumple los dieciséis, o que se acaba el curso, también es caca.
De momento la cámara dispara contra un hombre con pinta de jubilado, al que colocan un micro ante la boca, y él, con cara de buena gente, juro que tiene un aspecto de bueno que tira para atrás, admite que si se sienta en un banco de un jardín, y se acerca un niño, apagará el cigarro y tomará las de Villadiego para que dicho niño se convierta en inmortal. Digo yo que si no es zona prohibida para el fumique, el niño lleva adosado un padre o una madre, y el jubilado estaba primero… pienso… lo lógico sería que emigrase el niño y no el apestado.

c) No hay parto sin dolor ni culpable sin redentor. Ahora viene cuando dan en buscar soluciones al conflicto del “apestado”, como es lógico su presencia empieza a incomodar en otros foros, es igual que lo de las putas o los gitanos… ¿quién los quiere al lado? Bien, busquemos soluciones paliativas. Les sacamos a la calle, no importa que se trate de locales de ambiente nocturno y alevoso donde la gente sana se supone que no acude, porque… la gente muy sana no suele estar en esos sitios a las cuatro de la mañana ¿no? Lo que hace la gente sana es encamarse a las diez de la noche, con una manzanilla en el estómago y una bolsita de agua caliente para los pies, pues eso… Total, que les proporcionamos estufas y calefactores para que no se resfríen, además de unas confortables mantitas de cuadros y sendas manoplas para prevenir los sabañones, o en su defecto, no preocuparse, que el apestado puede sobrevivir en el frío convenientemente envuelto en unos cartones, periódicos usados, papel albal o papel de envolver salmonetes, siempre que le permitan fumarse una colilla. Así da gusto… claro que… los vecinos de los pisos que están encima de los bares ya empiezan a quejarse, que si el “apestado” fuma, que si huele, que si hacen ruidos al brindar con las copas por la Ministra de Sanidad, a quien desean larga salud y prosperidad en el cargo, que si se tiran algún pedo que otro, en fin… lo normal… También los hosteleros dicen que si los “apestados” tienden a despistarse e irse sin pagar… no problem… se pone un segurata a la puerta y listo. Hay soluciones para todo, calma.

Siempre cabe la opción de dejar de fumar, para ello han inventado ya todo un arsenal de objetos y sucedáneos de la nicotina que, bien mirado, debería ser dispensado por los agraviados estanqueros ¿no? Pues no, esto lo venden en las farmacias.

d) Otro problema que surge, aparte de los daños económicos y morales, suponiendo que el “apestado” tenga algún escrúpulo moral, que es mucho suponer… es que el ex-fumador tiende a engordar… ¡horror, hay que acabar con esa lacra como sea…! Y es que el apestado, además de serlo, es un desconsiderado que no deja vivir ni sosegar en paz al resto de los mortales -qué digo, inmortales, que es lo que van a ser a partir de ahora-, mira que si convertimos nuestra futura tierra prometida en un nido de gordos sebosos, y todo por culpa de gentuza llena de vicios, que si no tienen algo entre las manos y la boca no están a gusto. No problem. Ayer mismo salió por la tele hablando un cirujano, que aseguraba que, por un módico precio, 4500 euros, él mismo te coloca un balón intragástrico en el estómago para que no sientas la llamada del hambre, y de ese modo evitar las toneladas de más que te van a sobrevenir cuando dejes de fumar, so guarro. Hay soluciones para todo con tal de evitar esas llamadas tan molestas e insanas: la llamada del tabaco, la de la comida, la del sexo, la de la selva…


e) En mi último apartado, sin querer ser tildada de quisquillosa, animo al gobierno de turno a que cierre las fábricas de tabaco, no importa ese leve incremento que supondría en la cifra del paro, total… donde va el mar, van las arenas; que deje de percibir los pingües beneficios que dejan los impuestos que gravan el tabaco, importante, no olvidar… que están ayudando a pagar carreteras y hospitales, no olvidar… y es más, exhorto a que se prohíba el consumo de alcohol en los bares y aledaños, dado que también es caca. Yo fumo poco, bebo más, prefiero una cerveza al agua, sinceramente, y la prefiero con alcohol… bien… pero si nos ponemos a prohibir lo que es pernicioso para la salud, creo que el alcohol mata más rápido, o si no que se lo pregunten a personas que han padecido sus efectos devastadores, me viene a la mente el trágico accidente de la hija de Cantó… y como ella, montones. De ahí que mi deseo –votaré al partido que lo lleve en su programa, lo juro por Baco- es que se suprima la venta de alcohol, sí, a partir de ahora, en los bares sólo gaseosa, limonada, leche y batidos… Y si me apuran, también habría que suspender la venta de automóviles, esos aparatos diabólicos matan, y lo hacen rápido. Por supuesto, siempre empeora cualquier riesgo si el que asume dicho riesgo además es un “apestado”, estoy segura que Islero, el que mató a Manolete, fumaba como una coracha, Hitler debió fumarse en vida hasta lo que se fumó Clavijo; Franco, Pinochet, Jack el Destripador y Stalin, encendían un cigarro con la colilla del anterior, y Drácula luce esos colmillos que luce gracias al tabaco.

Tengan ustedes un buen día.