sábado, junio 11, 2011

Y ASÍ, NACIENDO, MECIÉNDOSE

Y así, naciendo, meciéndose
caen las estrellas sobre mi cama,
abanicos blancos, plata de ensueños,
mano arrugada y perlas al cuello.
La noche ciega, que está cincelada
como esculpida, fría de escarcha,
se quedó quieta y apenas me habla.
Dicen que viniste mientras dormía,
dicen que huiste mientras moría
y me negaste mientras te hablaba,
¿es eso cierto?
Faltó el coraje, sobraron miedos,
faltó el arrojo, sobraron llaves,
sonó un cerrojo.
Mientras mis sueños ven que caminas,
todas las puertas que guardan besos
esconden llaves tras las cortinas,
tintineantes, ríen prendadas de un hombre moreno,
desafiantes, oscilan ahorcadas por un sereno,
estranguladas, ciñendo miedos en un manojo,
son incapaces de cerrar heridas y abrir cerrojos.

No hay comentarios: