Me
invento palabras
frente a
tus códigos secretos,
no paro
de elucubrar,
escucho
los sonidos
que me
envías desde el evo,
son como
arrullos espumosos
y
llantos de sirena
que me
atrapan
y
sumergen en tu mar.
Me
invento códigos secretos
para
frenar el torrente
voraz de
tus silencios,
no dejo
de calibrar,
e
imagino tu presencia
tras las
páginas de un libro
o
espiando mi ventana por la noche,
cuando
deslizo sobre mi espalda
la suave
caricia de un camisón de hilo.
Intuyo
tu húmeda mirada
explorando
cada pliegue
de mi
habitación,
cada
rincón de mi cuerpo
y cada
poro de mi cama.
A
oscuras,
cuando
nadie nos mira, me besas
y te
apropias de mis sueños,
regalo
de locas quimeras,
con el
mismo arte
que si
fueses un ladrón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario