LA
COSTUMBRE
Sobre
el colchón, una sábana de nieve,
el
frío polar de una pareja
rindiéndole
tributo al desamor.
Sobre
la almohada, una hebra forastera,
una
guedeja, testimonio
de
un cabello cercenado
como
pétalo de flor.
Bajo
la cama, escondidas,
unas
botas de soldado,
rúbrica
en piel hecha a mano
en
el acta que proclama
el
adulterio con honor.
En
el armario, un hombre,
furtiva
su mirada en la rendija,
el
miedo que flota y que palpita
por
celos que levitan,
siendo
mucho más que aire.
Sobre
la mesa, dos tazas,
el
café del desayuno
que
separa cada día un poco más
el
dos a dos
y
los convierte en uno a uno.
Encima
del piano, moribundas,
las
notas ahorcadas, desteñidas,
de
una partitura macilenta,
la
del réquiem luctuoso
que
le canta con tristeza
al
holocausto del amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario