Abro el portátil
y miro en su interior
como aquel que mira un cofre.
Paso franco hasta dentro.
Veo retratos de propios y extraños,
veo risas, leo llantos,
ficciones hechas verdad,
noticias que son mentira,
escucho llantos,
observo prisas,
detecto soledades sinceras y aburridas,
Se forman mares de blogs
con ríos y ríos de tinta,
atisbo a lo lejos muros grafiteros
proclamando mucha, mucha tontería…
Constato tras el examen
que abusamos de la prosa,
que matamos el periodismo a balazos,
que ya no hay filosofía,
y que algunos, con nuestros versos,
nos cargamos poco a poco la poesía.
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