domingo, abril 26, 2020

EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CORONAVIRUS


“El amor en los tiempos del Coronavirus”



ÉL (Desesperado, a punto de llorar. Habla)

ELLA (Fatigada, tosiendo, emite extraños sonidos)


      “No puedes hacerme esto ahora, no puedes abandonarme y dejarme tirado, precisamente en estos momentos tan difíciles. Te necesito más que nunca.  Es verdad que cuando te conocí… no sé cómo explicarlo… lo mío fue un flechazo de los gordos; flipé, créeme, flipé cuando vi lo atractiva que eres tanto por fuera como por dentro, cuando percibí tu enorme contenido y lo mucho que podías significar en mi vida; me sentí encaprichado por ti al momento, y no lo dudé cuando te propuse que vinieras a vivir conmigo a casa. Yo también te gusté, aunque nunca me lo hayas dicho, o yo… no te haya sabido entender, pero aceptaste enseguida mi invitación, eso sería por algo, digo yo, y  me sentí el hombre más feliz y más completo del mundo.

También es verdad que me he portado contigo como un auténtico canalla, he sido un cabronazo y te he puesto los cuernos mil veces con cualquiera, aunque valiera menos que tú, ya ves que lo reconozco, lo siento y te pido perdón. Lo tenía todo contigo aquí mismo, en casa, y me iba a buscarlo fuera… Tú eres mi sustento, eres capaz de reponer mis fuerzas con toda tu energía, y yo, como un pichabrava, trataba de encontrarlo en la calle, en el trabajo, en cualquier tugurio, hasta en el súper. Soy una calamidad, lo sé.”



ELLA (tose aparatosamente con una tos profunda, cavernosa, metálica, que la hace vibrar y convulsionar)

ÉL (Sollozando, con las lágrimas cubriendo su rostro, habla entrecortadamente)



    “Mi amor, dime qué puedo hacer por ti, haré lo que me pidas, estaré a tu lado el resto de los días de mi vida, verás qué feliz te voy a hacer, no te faltará de nada, te atenderé aunque se apague el sonido de tu voz, aunque camines más despacio, con tal de que estés viva. Pero te juro que no habrá otra en mi vida y todo volverá a ser como al principio.”


ÉL (La acaricia con ternura)

ELLA (Respira trabajosamente, de modo  cada vez más apagado)


     “Sé que estás muy malita, y precisamente ahora no es el mejor momento de enfermar con la que está cayendo. No quiero que lo tomes como reproche, cariño, pero, llevando tanto tiempo juntos… ¿No podías haber escogido para enfermarte otra ocasión más oportuna que ahora, con una pandemia que tiene colapsado el mundo mundial?”


ELLA (Con los últimos estertores, exhala un suspiro y entrega su alma)

ÉL (Llora a mares, de manera literal, recoge el charco de  lágrimas con la fregona. Grita)


      “Nooo… no te vayas vida mía, ten misericordia y no me dejes ¿Qué va a ser de mí, confinado en casa hasta vete a saber cuándo, y sin saber cocinar? Tú y yo, Thermomix, teníamos un largo y prometedor futuro juntos. Y ahora ¿qué…? Sin ti, moriré también. De inanición. ¡Puta!”




No hay comentarios: