Quisiera, gorrión, quisiera
ser cuerda de tu garganta,
si pudiera…
sería muñeca hinchable,
ramera de porcelana,
un edredón de ilusiones,
yo sería…
la mujer de carne y hueso
que llora en sueños,
hecha un lío,
bajo el peso de tu manta.
Quisiera, mi amor, quisiera
ser brisa que te solivianta,
si pudiera…
yo sería la funda de tu sable,
el padrino de tu duelo en la mañana,
el Malecón de La Habana,
yo sería…
tu mujer, madre y hermana,
un perro flaco sin dueño
cobijado bajo el peso de tu manta.
Quisiera vivir, quisiera,
entregada al desafío,
si pudiera…
instalarme al filo del desvarío
envuelta en lágrimas negras,
ahogada en tazas de loza,
sumergida en tu café
y asfixiada por un beso de tu boca.
Si pudiera…
saldría por la tangente de mi casa
y entraría en la tuya por la escuadra,
escondida en tu pijama,
ganándole el sueño al sueño
bajo el peso de tu manta.
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