domingo, julio 19, 2009

ANDANZAS




Silencios de palabras nunca dichas,
ecos de pensamientos liberales,
verborreas incontenidas en poemas
y jadeos que se esconden tras fonemas.
Tendencia a desandar lo andado,
deseo de volver al desafío
y pisar lo yermo donde,
a día de hoy, sólo crece el frío.
Transgredir nuestras promesas
de traicionar nuestros principios
y quebrar la alianza de pasiones
que forman la triple entente:
la tuya, la mía y la de ésa que está enfrente.
Amores de metacrilato,
amores verdaderos donde Nadie te dará liebre por gato,
donde Nadie ofrece sexo en un cheque,
que no es cheque al portador, que es un talón cruzado.
Besos cálidos que vienen desde lejos
en un barco de vapor,
cartas incontestadas, misivas inconfesables,
secreto a voces entre un par de caballeros:
un hombre y una mujer con nulo derecho a roce
que desde la distancia editan como pueden
un orgasmo de sálvese quien pueda,
y quien pueda y quiera, goce.
Pacto no explícito, discurso inhabilitado,
discreción a babor y a todo trapo,
nostalgias redivivas,
melancolías reiteradas la noche de cada día,
bares, calles, las mismas piedras,
viejos muros de hospitales tapizados de verde musgo,
viejos muros de hospitales cubiertos de ventanales
con vistas a verdes tonalidades,
noches en vela, noches de juerga, noches a secas.
Adioses y reencuentros,
despedidas y vuelta a la casa de las arpías,
hijas de la gran puta que la salud se disputan
frente a un monstruo necrófago y truhán,
devorador de calaveras de vivos y de vísceras de muertos
camufladas bajo pechugas de pollo y ochenta gramos de pan.
Arpías y monstruos juntos aunque no revueltos
en una especie de descomunal orgía.
Adioses y reencuentros, despedidas.
Los ventanales se cierran, el verde color se ha ido,
envejece la noche y pierde
esos pocos dientes que aún le quedan de leche.
Adioses sin reencuentros, despedidas con tristeza,
nada es igual, todo se pierde, Nadie muy triste se queda.




No hay comentarios: