viernes, diciembre 30, 2011

PUCELAMELAPELA II (con música)



La música corre a cargo de Óscar Peterson, que interpreta al piano a Gershwin, en un tema de su ópera Porggy and Bess

martes, diciembre 27, 2011

CASI UN RÉQUIEM

¡Jesús, María y José, qué paciencia!
Estoy harta de abstinencia,
de su franca indeferencia,
de su absoluta indolencia
y de pagar penitencia.
Perdone usted la insistencia,
mire, se lo digo con cadencia,
con calma y sin violencia:
entiéndame bien, Eminencia,
que mi mal es la inocencia,
no hago caso a la coherencia,
ni a la voz de la conciencia,
ni al futuro ni a la herencia.
¿Qué más da? Me importa un pito,
yo sólo quiero quererle
aunque él a mí no me quiera,
yo sólo quiero mirarle
aunque él a mi no me mire,
ni me hable ni me entienda.
Por eso, con su anuencia,
y merced a su aquiescencia,
pido a vos, Señor, clemencia,
para que me eche una mano
en cuestiones de intendencia,
y que ese cuerpo serrano
-lo digo con toda prudencia-
se deje caer un día
por donde usted y yo sabemos,
y a modo de una ponencia
me exponga su inconveniencia
a brindarme su elocuencia
-ya no digo su querencia
y menos su concupiscencia,
qué horror, qué indecencia-,
me conformo con bien poco:
apelo a su complacencia
para dejarse querer
y no ser hostil conmigo,
y así, como consecuencia,
demos fin a esta demencia
que mina y horada,
poco a poco, mi existencia.
Amén.

domingo, diciembre 25, 2011

AHOGADA EN SU ESPUMA



Con él me estaba ocurriendo lo que tantas y tantas veces me había pasado con otros: cada vez que un hombre se muestra fascinado por mi, delante de una cerveza, a la hora de elegir entre ella o yo, mi imagen invariablemente se diluye y desaparece entre la espuma de la rubia o de la tostada de turno, según preferencias.
La diferencia era que éste no me desnudaba con la mirada como otros, tal vez debido a una enfermiza obsesión por preservar su imagen de caballero andante de acrisolada conducta, educado, de modales intachables cuya honorabilidad está fuera de toda duda. Tal vez... temía que si posaba su mirada sobre ese punto de inflexión que tengo ubicado una cuarta por debajo de la barbilla, el bloque de piedra que había levantado entre los dos, para salvaguardar la integridad e intimidad de sus emociones, se derritiese en pocos segundos como los pequeños bloques de hielo que me habían puesto en el café, quedando reducido dicho muro a una insignificante nada.
Le lancé una mirada que de puro inocente era incendiaria, qué digo... temeraria, una sonrisa cordial y, mientras poco a poco me ahogaba en la espuma de su cerveza, le hice sentir como el Astro Rey, consiguiendo, así, que el resto de las cosas que ocurrían en esos momentos en el universo fuesen simples satélites, derviches danzarines y ciegos que girasen en torno suyo.

viernes, diciembre 23, 2011

EL EXPOLIO


Vinieron unos hombres a por mí, eran tantos que fui incapaz de contarlos. Les había de todas las razas y tamaños. Yo estaba sentada escribiendo, como siempre. Traían consigo una orden judicial, según la cual debían arrestarme y llevarme presa a algún sitio. Pregunté la razón, aunque a decir verdad sin un gran entusiasmo, pues mientras escribo no me gusta que me distraigan, y el hecho de que me lleven presa o no, no deja de ser una mera anécdota de lo más literaria, de modo que seguí escribiendo como si tal cosa. Gracias a mi actitud pasota, ellos perdieron la paciencia y por más que buscaron no la encontraron, así que me levantaron del asiento con muy malos modales, pues, según dijeron, no tenían todo el día para estarme contemplando. Entonces sacaron un envoltorio de un saco y de él extrajeron una prenda, lo que me pareció una camisa de fuerza, eso sí, la mar de bonita, en vez de correas, ésta tenía encajes y remates de puntillas. Muy furiosos empezaron a revolver cajones y baldas, registraron todos mis papeles, que no son pocos, y destruyeron aquellos que estaba escribiendo en ese momento, arrojándolos después al fuego de la chimenea.
Observé sus maniobras en medio de un gran estupor y tristeza, aunque no dije nada por si acaso. Más tarde volví a preguntar -esta vez con mayor interés-, pero tampoco me respondieron, eso sí, les oí cuchichear algo: “Mucho cuidado con ella al sujetarla, puede resultar peligrosa, está muy enamorada…”
Contra todo pronóstico no opuse ningún tipo de resistencia cuando me abrocharon la camisa por detrás; y mis ojos, secos y vacíos, no derramaron ni una sola lágrima al ver mis cartas de amor reducidas a cenizas.

sábado, diciembre 17, 2011

EN GRIS

Tarde gris de noviembre,
el tiempo se escapa y diluye
huyendo de mí.
Igual que las hojas secas
tapizan el suelo y caracolean
mecidas por el viento,
el tiempo retoza, se desgasta
y hoza dentro de mi vida,
pulsando esas horas que dispongo
y que hasta a veces germinan
desarrollando esporas,
pero en ocasiones,
lo mismo que velas prendidas,
se agotan paulatinamente
no encontrando el momento
de acceder a ti,
para poder quererte.

viernes, diciembre 16, 2011

DUNAS

Por aquel entonces yo era un hombre solitario, no como ahora, que sólo soy polvo.
Recuerdo ir caminando con los pies descalzos sobre la arena, de mi brazo pendía con poco garbo una cantimplora. De pronto vi unas enormes dunas, eran dos y tenían forma de muslos, muslos femeninos para ser más exactos. Las dunas es lo que tienen: a menudo adoptan formas caprichosas, unas veces tienen aspecto de muslos, otras tienen forma de tetas, en otras ocasiones parecen una empanada de bonito, un almohadón o un bocadillo de sobrasada, depende…
Éstas tenían forma de muslos, dos rotundos y bronceados muslos. Cuando estuve frente a ellas, las dunas se separaron como por encantamiento bíblico, igual. Conocerán ustedes ese cuento de las aguas del Mar Rojo, aquél que dice que las aguas se abrieron en pompa para que cruzase por allí el pueblo de Israel, supongo. Bien, veo que están muy puestos en Historia Sagrada… como decía, las dunas se abrieron y dejaron entrever una gruta angosta y oscura con pinta de ser muy confortable y de poderse estar divinamente allí dentro. Me froté las manos y dije: “Ésta es la mía… qué bien me lo voy a pasar…”
Sin dudarlo me adentré por el desfiladero que formaban ambos muslos, más que dispuesto a entrar en dicha gruta. De pronto empezó a caer sobre mi cabeza, arena y más arena, hasta que quedé sepultado bajo aquellas dunas, antes muslos y ahora fosfatina.
Salí como pude, aún no me explico cómo, pero eso sí, no me hizo falta abrir otra vez la cantimplora para verificar que ya me había vuelto a equivocar, y que había tomado prestada -de nuevo- la que estaba llena de Beefeater en vez de agua mineral. Qué cruz la mía, señores, qué cruz…

miércoles, diciembre 14, 2011

EL SECRETO

Es la perla que se oculta en una ostra,
es el cromo de un niño que duerme en el fondo de una caja de cartón,
la foto en sepia robada al primer novio
y el playboy manoseado que guarda el del acné bajo el colchón.

Es la cita clandestina vestida de nervios y maquillada de emociones,
es mensaje de móvil que te resistes a borrar,
es carmín sospechoso en la camisa
y rastro de aroma a whisky y a tabaco en el foulard.

Es el rubor que tiñe las mejillas al descubrir una mentira,
es duermevela y paseos por la alcoba cuando te crees a solas sin estar,
es alma solitaria que escapa a través de una ventana
para vivir una aventura,
estando prisionera en medio del bullicio de cualquier bar.
Esa carta arrugada de tanto acariciarla,
que descansa en la basura con un “te quiero, lo prometo”,
ajado y desteñido,
es lo que revela y adivina un gran secreto.

martes, diciembre 13, 2011

REEDICIÓN DE LA DAMA OSCURA

La Dama Oscura no tiene más remedio que reinventarse a diario. Sumida en las profundidades que habita, la única solución posible a su velada existencia y a su condición de opaca inviable, es su constante y perpetua reedición, de hecho, si no lo hiciese así, bien podría dársela por muerta.
Ella, incluso cuando estuvo más al otro lado que a éste, mostró siempre una singular combatividad y un afán de lucha inquebrantable, que le sirvieron, ambos, para darse impulso y volar en previsión de nuevas caídas, a la vez que puso de manifiesto ante propios y extraños que era dueña de una fortaleza fuera de lo común. Pero su secreto radica, precisamente, en esa extraña fuerza, génesis de movimiento rotativo en espiral que le lleva a renacer de entre las propias cenizas, volviendo a inventarse de nuevo ¿lo malo…? Que a menudo se repite, es lógico, reinventarse es lo que tiene… uno, sin querer o queriendo, va sumando, pero sin dejar del todo lo aprendido, lo anterior. Y siempre es más de lo mismo. La Dama Oscura se ha repetido tanto y tantas veces, que en ocasiones es poco menos que imposible estar a su lado: ¡puajjj… ese inefable y espantoso olor a ajo que expele su boca…!

domingo, diciembre 11, 2011

ALUCINACIONES

La Dama Oscura, como está inmersa en las sombras, tiene cierta tendencia a equivocarse y a confundir verdades con ilusiones e ilusiones con realidades. Distorsiona todo aquello que ve y que es susceptible de dejarse distorsionar por ella, y lo mezcla con lo que no ve, que a su vez también es fácilmente distorsionable, de modo que acaba elaborando un popurrí de no-ve-dades que ella justifica diciendo: Siento y me llega lo que no veo, y en ocasiones disiento, sin que me llegue, de aquello que veo, es por eso que vivo una vida de tebeo.
Y es que la Dama Oscura vive sumida en un mundo de medias verdades, salpicado y aliñado de completas mentiras, aunque eso sí, no engañarse, ella identifica plenamente todo lo que vale la pena ser vivido, seleccionando grano a grano el trigo de entre la paja, la cual es obviada y rechazada en una era, mientras el trigo es celosamente guardado en una caja cualquiera.
Lo mismo hace con las personas: a aquellas que ama y le interesan, las va encerrando en el comúnmente llamado cofre de los Gnomos, a las demás las avienta, y en su defecto, es ella la que se ausenta.

sábado, diciembre 10, 2011

AYER AGUA, HOY SÓLO GOTA

“Las personas felices no tienen historia”
Lo dijo Simone de Beavoir (1908-1986), escritora y feminista francesa.



Soltó la fregona bruscamente dejándola caer sobre el cubo lleno de agua. Las gotas salpicaron suelo y paredes. Contemplaba extasiada una de esas gotas, cómo se iba deslizando desde la pared hasta llegar a rozar el suelo. Una vez allí, se perdía en la inmensidad fría y gris de la baldosa, sencillamente desaparecía como por ensalmo, igual que si nunca hubiese existido. Pensaba… esa gota era alguien cuando formaba parte del todo que estaba en ese cubo, por no hablar de cuando discurría por las cañerías y asomaba a través del grifo. Entonces, en pasado, era agua, un elemento necesario, cristalino, abstracto… agua en abstracto, tan difícil de medir, de tocar y de sentir. Pero ahora… ya no era ni un triste resto de humedad, no era nada. Recordó de pronto que así es como se sentía ella por dentro, como esa gota. Desde que él se fue, ella dejó de ser agua para convertirse en una gota solitaria y perdida en el océano de una baldosa de cerámica.
Entonces, de pronto se dio cuenta que estaba descalza y hacía frío, y la gota, ése minúsculo fragmento de nada de hoy, pero de algo de lo que ayer, ya historia, era un todo de agua, vino a acurrucarse justo debajo de su pie en busca de calor y de afecto.

viernes, diciembre 09, 2011

MAÑANA ESTARÉ MUY LEJOS

Mañana estaré muy lejos,
olvidando esas nieblas que me atraen,
obviando los fríos que me apartan
de los calores que obligan.
Cansada estaré leyendo
pegada al cristal de una ventana,
cabizbaja, entregada a mil historias,
dorando mi cabellera bajo un sol
que, rallado, fuego derrama.
Despacio estaré pensando,
deshojando, una a una, margaritas,
cavilando taciturna
mientras soplo té caliente
y derramo canela en rama,
he de saber qué razones
tengo yo para besarte,
para abrazarte en sueños
y quemarme por tu culpa y en mi cama,
en ello estaré mañana…
Si suspiro, divagando en la ventana,
colgada en ti, de tus huesos,
hago bien en pensar porqué te quiero,
pues sentirlo… ya te digo que lo siento.

viernes, diciembre 02, 2011

LA HEMORRAGIA

Ocurrió en medio de la cena de Nochebuena, justo cuando los espíritus de los invitados, alentados por los más variados efluvios de origen etílico, empiezan a mostrarse juguetones y dicharacheros. Alguien derramó una copa de vino tinto sobre un mantel de hilo de un blanco inmaculado. La copa se rompió y murió a causa de una gran hemorragia, pues el vino, insolente y libre de ataduras, se extendió por el tapete llegando incluso a salpicar el impecable traje de uno de los asistentes.Cada cual hizo su propia reflexión y tuvo una visión diferente del percance:El creyente, en vez de vino, vio correr por el mantel la sangre de Cristo; el borracho lloró por la sangre de Baco; el vampiro, donde había un fragmento de fino cristal, sólo alcanzó a ver un fragmento del fino, delicado y palpitante cuello de su amada, desangrándose a chorros; finalmente, el abstemio al que le cayó una manchita sobre su mejor camisa, advirtió con sorpresa cómo se dispersaba sobre la mesa la sangre del inútil ése que derribó la copa, más que nada, cuando el cuchillo que sostenía entre sus manos penetraba limpiamente en el tórax del torpe comensal.

jueves, diciembre 01, 2011

EL CRISTAL LLORÓN


Miré hacia la ventana y vi cómo lloraba el cristal a lágrima viva. Afligida, le pregunté qué le ocurría:

-Los días de lluvia me ponen...- respondió.
-¡Guarro!- Le dije
-...me ponen triste-
-Aaah…-

Acaricié su mejilla húmeda y fría, apoyé mi cabeza sobre su hombro, y entre los dos nos repartimos como buenamente pudimos los pocos kleenex que aún me quedaban en el bolso.