miércoles, noviembre 30, 2011

Y SI DE PRONTO

Y si de pronto mirase y no estuviese,
y no tuviese y no hubiese casi nadie,
esperaría ver llegar el día tras la noche
y los cristales empañados de mi coche,
removería cielos y tierra, mil rincones,
hasta encontrar la razón que alimenta mis pasiones.
Le sacaría más partido a estos senos
que mueren por salirse de mi escote,
le sacaría brillo a tus labios, a tu boca,
de tanto trabajar en ellos, como loca.
Le pediría explicaciones a la luna
por ser la que primero se encarama
en lo alto de una duna.
Me sentiría forastera en cualquier sitio,
la última de la fila, una extraña.
Le rogaría a los niños de un parque
que me dejasen jugar con su cucaña.
Despertaría de mis sueños e ilusiones
y dejaría de escribirte más canciones.
Me moriría en silencio, por fin, muda,
queda, solitaria, menuda, tal y como soy,
siempre tan vital, pequeña y testaruda.

domingo, noviembre 27, 2011

¡¡¡Oh, oh... sorpresa!!



Breve resumen de lo que fue el primer programa grabado para televisión, Caldos y Textos, por la Industria Visual y la Letra I, actualmente en vías de difusión en México, en la FIL (Feria Internacional del Libro) de Guadalajara. A ver si hay suerte y la cosa no queda en una agradable anécdota...

viernes, noviembre 25, 2011

HOY MI CORAZÓN DE ARTISTA

Hoy mi corazón de artista
sólo sabe escribir un poema
breve, fugaz, minimalista.
El sol derrite los cristales
de un bar en el verano,
el invierno se guarece
del frío de tu frío
tras un muro de ladrillo
y hormigón, pared parece.
Hoy jugamos al despiste
y a escondernos tras las faldas
de una metáfora de luto,
se trata de una viuda luctuosa,
es la amante de voz aguardentosa,
mujer, dueña y señora
de un rufián de verso triste.

miércoles, noviembre 23, 2011

SI TÚ ESTÁS



Si tú estás, yo estoy,
si te vas, me voy,
si me quieres, me doy,
pues siendo niebla de tu olvido hoy,
fugaz recuerdo de luna mañana soy.
Mientras te espero no voy,
mientras te sueño me doy,
recién despierta soy
pero al no percibirte hoy,
qué sola de nuevo estoy…

domingo, noviembre 20, 2011

NO NACÍ PARA SEGUNDA



No nací para segunda,
yo nací para primera,
y en caso que tengas otra,
por si acaso, ante la duda,
que sea la que yo quiera.

No me juegues a dos bandas
ni me enseñes dos perfiles del amor:
el del amante sincero,
y la cara del Don Juan
adulador y embustero.

Si le asaltas a mi honor
y me humillas en mi casa
tras estos muros de papel
que construí para ti,
bajo un techo de cristal
que levanté junto al cielo
a expensas de un mausoleo
de caricias de algodón,
y de un adiós de relato
hecho con metacrilato,
cuando apeles a mi ego,
éste que vive y reina dentro de ti...
con garras de ave rapaz
le atraparás por el cuello,
y, con cara de payaso,
hasta puede que le metas mano.

No la pasees por mi acera,
no te la comas a besos, con audacia,
delante de mi ventana,
mientras mantenga en mi almohada
caliente y vívido tu recuerdo,
no olvides que soy la nada de tus luces
y la reina que rige oculta
bajo el polvo de tu alfombra,
pero no ha nacido aún
la que en este reino frío
se atreva a mí hacerme sombra.
Quédate con la más joven,
que esta musa torpe y vieja está de sobra,
y en esta trinchera de estiércol
no cabemos dos poetas
para que urdamos juntas,
con poemas y canciones,
una triste maniobra

No has probado la dureza de mi lecho,
no has gozado con las mieles de mis besos,
puede que no lo pruebes
si no lo quiere el destino,
pero si sigues así,
por la línea que has trazado,
la que cruza tu camino,
lograrás mi corazón en barbecho,
y con el tiempo…
además de probar en tu hiel,
cómo se derrama el filo acerado y gris
del puñal de mis palabras,
aunque sea con tenazas,
también te arrancaré de mi pecho.



sábado, noviembre 19, 2011

SONETO A LOS TURBIOS

En el lado caliginoso estamos
guarnecidos los solos, derrotados
por las luces rútilas, denostados
por los que están allí cuando llegamos.

Confundidos tras la pantalla osamos
desafiar los recuerdos, acostados
sobre lechos vacíos, y apretados
contra nadie, dormimos y soñamos.

Prostitutas, peneques y bomberos,
cartujos, recoletos, tristes, zafios,
hombres sabios, tratantes, curanderos,
rufianes, retorcidas, turbios, lacios...
da igual, ilustres, curas o chaperos,
pues todos acabamos siendo socios.

viernes, noviembre 18, 2011

OTRO DÍA QUE LLEGA (soneto)


Otro día que llega y se termina,
prende mi yo asomado a la ventana,
viendo menguar la noche en la mañana,
presto, un rayo de sol que se adivina.

Es al alba tu ausencia, y contamina
estos sueños de maldición gitana
que me llevan a una existencia insana
por amarte, por mi adhesión divina.

Por la noche, la lluvia en los cristales
resquebraja con saña mis ideas,
razones que convienen no son tales,
las destapo para que tú las veas
y sepas que ambos damos por iguales
nuestras almas, celadas como reas.

jueves, noviembre 17, 2011

REDES TUPIDAS QUE TREPAN


Redes tupidas que trepan por las paredes,
panales con enjambres de gente dentro,
voces que gritan enloquecidas desde sus sedes
ojos que asoman a los abismos oscuros…
todos nos miran sin entendernos,
no saben de lo que hablamos,
ignoran que aludimos a quimeras de sainete,
a conflictos de opereta y tramas de celuloide en sepia:
son las renuncias insostenibles que hieden a adicción
y nacen en lo más turbio de mis entrañas,
son las estrategias del disimulo que bailan adioses
y pregonan permanencias de perdición
instaladas en lo más profundo de tus zonas abisales,
son las rejas perforadas por donde escapan las ilusiones,
boquetes en el casco de nuestro barco,
eres tú, calafateador que impregnas de caricias de brea
toda mi eslora, que es tu eslora aunque no exista
ni en el agua, ni en el viento ni en la tierra.
Es la vela que recoge nuestra brisa,
mi brisa atrevida y tu brisa indecisa,
la que va cambiando de rumbo nuestra historia
cuando pienso en tu pecho y en tus hombros
viendo oscilar en mis sueños, palpitante, tu camisa.
Es el quiero y no puedo con sonrisas y con llantos,
con silencios y palabras, sin calma pero sin prisa.

martes, noviembre 15, 2011

SÓLO DOS PALABRAS


Sólo dos palabras,
una breve frase,
apenas un dicho,
un dictado visceral:
el corazón silencia
y dice calladamente
lo que siempre siente
a gritos, y expresa
con vehemente mutismo,
no queriendo molestar,
otro poco de lo mismo,
más dolor, tristeza, pena,
alegría, celos, llanto,
recuerdos, de eso hace tanto
y parece que fue ayer…
Dos palabras inocuas,
asesinas, lacerantes,
profundas, gastadas,
son de ahora, son de antes,
son simples,
pueden ser vanas
si se llenan con la nada,
pueden ser graves
si se llenan de cariño
y de amores complicados:
tú eres verano, yo enero,
tu eres el aire que agita
toda mi tierra y mi fuego
sé que no debo…
sé que en alguna parte
que no es tuya,
que no es mía,
esto nuestro está mal visto,
por eso guardo silencio
y no hablo con nadie,
me aguanto las emociones,
las contengo hasta que estallo
un buen día, y de pronto…
me muerdo el labio,
respiro,
cierro los ojos, me lanzo
y le digo al viento
lo que siento:
dos palabras,
un dictado visceral,
así de fácil,
te quiero.

lunes, noviembre 14, 2011

Los sueños son realidades



Los sueños son realidades
para el subconsciente,
quimeras para el consciente,
obstáculos para el indolente,
son… acicate del valiente,
parque temático del sexo para el caliente,
pesadillas para el doliente,
bálsamo para el creyente,
procaz válvula de escape para el decente,
los Reyes magos del inocente,
la lógica para el durmiente,
ventana abierta para ti, que te tengo enfrente,
la antítesis de lo evidente,
piscolabis para el apetente
y banquete del inapetente,
el listón más alto para el incompetente
y un paso más para el inteligente.
Los sueños son… deseos hibernados
en éxtasis latente y permanente,
y, para los amores imposibles
y los viajes a ninguna parte…
los sueños siempre son el máximo aliciente.

domingo, noviembre 13, 2011

LLEGA LA LLUVIA



Llega la lluvia,
tímido llanto cálido
de estrellas agobiadas,
pulverizando estíos,
ablandando terrones,
ahogando caminos
y anegando asfaltos.
Ya recibe mi cabello
su caricia mojada,
y mi ropa, abandonada
a la humedad,
se adhiere a esos pliegues
de mujer otoñal,
que jalonan una vida
apasionada, pasional,
puesta en pie
y no derruida
tras mucho vapulearla,
tras mucho dormir
y despertar
creyéndose olvidada
en la cocina.
Ya revuelvo tu pelo encrespado
al salir de la oficina,
hundiendo mis dedos
en las delgadas crines,
mientras jugamos como niños
a chapotear descalzos,
bailándonos los charcos,
bebiéndonos las gotas
de manto celestial,
empapando nuestros
besos prohibidos,
ocultos a la sombra
de un portal,
palpando nuestros cuerpos
que tiritan sin saber
debido a qué será:
¿A la lluvia?
¿Al temor a ser vistos
amándonos de forma
clandestina?
¿O al amor, que enmudece
cuando es frágil
y piensa en el tiempo
y la distancia
que a su paso todo lo destruye,
oscurece y arruina?

jueves, noviembre 10, 2011

AMANECE CON NIEBLA

Amanece.
Un manto neblinoso acude a mi ventana,
pero no entra.
Mi cristal, carbono ausente,
misántropo enemigo de la escarcha,
reniega de las mañanas perladas,
virginales, laboriosas,
envueltas en tamices de plata.
Aunque a veces se rinde cobarde
a la luz del mediodía,
ígnea espada de Damocles,
combativa, ardiente y coralina.
Aunque siempre enmudece
ante el acoso del voyeur
cansado de la vida,
nocturno crápula azabache,
taciturno mirón de ojos satélites
y miradas estelares,
con barbas de cometa diamantina,
cola pervertida de estrellas fugaces,
sibilinas…
y dueño, aún sospecho,
de los mejores polvos siderales…
¡colosales!

miércoles, noviembre 09, 2011

MIRADAS, MIRADAS, MIRADAS…



Fue una de esas tontas casualidades de la vida la que quiso que coincidiésemos mi marido y yo, en un evento social, con mi amante -el muy cobarde- y su señora. El caprichoso azar quiso, además, que nos viésemos obligados a compartir mesa y mantel con ellos amén de con otros comensales, y ahora digo yo… ¡anda, que no hay mesas sobre la faz de la tierra…! Pues por lo visto no, no hay tantas… de modo que los tuvimos sentados frente a nosotros, igual que sendos centinelas de la guardia pretoriana, como si nada ocurriese. Porque ocurrir, lo que se dice ocurrir, nada ocurría, tan sólo “el muy cobarde” y yo presentíamos que debajo de nuestros culos, debajo de nuestros respectivos asientos, se desataba una tormenta en un mar en calma, un seísmo del ocho en la escala de Ritcher, una piscina de lava candente en el fondo de un volcán…
Siempre tuve la sospecha de que “ella” conocía lo nuestro, pero es que además, en aquella comida, tuve la certeza. ¡Caramba! Esa tipeja de mirada penetrante y astuta no me quitó sus malditos ojos de encima durante toda la velada, tanto es así, que la situación no pudo tornarse más embarazosa para mí, y creo que llegué a sentir encima de mis hombros el peso de todas las miradas de todos los comensales de todos los mundos posibles.
Me hubiese gustado huir, pero no pude, no hubiese sido fácil explicarle a mi marido los motivos de mi fuga sin que se sintiese algo molesto, los maridos es lo que tienen… que a veces se enfadan por tonterías. De manera que sólo contemplé la posibilidad de acudir al lavabo como medida cautelar, pero me contuve, ya que estaba casi segura que “ella” vendría detrás de mí a sacarme los colores, los ojos, la asadura…
La comida ya casi concluía y ahora venía lo peor… el martirio de la sobremesa, “ella” seguía firme, como un sargento de semana, escrutándome, calculándome, sopesándome… y yo dudaba que fuese debido al tono azul piscina de mi cabello, un tono precioso y favorecedor, las cosas como son, es más, estaba convencida de que sus intenciones de fulminarme eran debidas a otros asuntos, a lo del volcán, al maremoto y todo eso… Así que, sin más dilación, decidí levantarme a los postres para ir al baño y, ya de paso, matar dos pájaros de un tiro: aliviar mi vejiga a punto de estallar y evitar su mirada inquisidora. A todo esto, “el muy cobarde” parecía de lo más tranquilo, de vez en cuando me lanzaba un reojo, de hito en hito, sin ninguna expresividad en su rostro moreno, sin ningún atisbo de caricia o reprobación en sus ojos azabache. Nada. No pensé en ningún momento que su indiferencia fuese motivada por desdén o desagrado hacia mi tono azul piscina de cabellera, la verdad, pues hay que reconocer que estaba monísima, y simplemente deduje que “el muy cobarde” quería hacerse el interesante.
Llegué al lavabo y me sentí la mar de reconfortada viendo que había cola para entrar, de ese modo estaría más protegida en caso de que esa arpía celosa irrumpiese allí, que irrumpió, ya lo creo que lo hizo… no tardó ni un minuto en presentarse, a cantarme las cuarenta, pensé nada más verla. Ignoro si trascendió mi ansiedad y nerviosismo, pero lo cierto es que mi corazón saltaba dentro del pecho y pugnaba por escapar entre mi boca, pom…pom…pom… los latidos eran audibles como redobles de tambor, aunque el tambor dejó de redoblar en seco cuando “ella” me lanzó a bocajarro aquella pregunta que cortó el aire igual que cuando restalla un látigo sobre una tarima. Sentí todas las miradas de todas las mujeres que aguardaban turno para aliviarse, eso sí… di por bien sentado que admiraban con envidia mi espléndida cabellera color azul piscina, lo cual me dio fuerza para repeler su arremetida con fiereza y soberbia, sabedora de que no hay mejor defensa que un buen ataque.
-Sí, soy yo, “la otra”… ¿qué pasa…? Nos queremos, eso es todo, pregúntale a él –al muy cobarde- y verás lo que te dice- Le dije en tono desafiante.
“Ella” me miró otra vez, pero en esta ocasión con estupor, en realidad me escudriñaba poro a poro como si yo estuviese loca, delirando, borracha, drogada… algo así. Después miró a las otras mujeres que estaban esperando, “ellas” le devolvieron la mirada, pero “ella”, altiva, ni se digno a recogerla, qué sé yo… allí todo el mundo miraba a todo el mundo y luego todo el mundo me miraba a mí. Un lío. La humanidad, femenina en este caso, conspiraba para ponerse en mi contra; me dolían en el alma aquellos dardos a pares que se clavaban sobre mis guedejas azul piscina como si me las quisiesen arrebatar, de hecho me eché ambas manos a la cabeza de manera preventiva, de igual forma que la gestante protege su vientre ante cualquier agresión por leve que ésta sea.
De nuevo “ella” habló -yo que había pensado que mi firmeza había diezmado su arrogancia… – y dijo:
-¿A quién dices que pregunte qué? Sólo quiero saber si tú eres la última... para entrar... ahí... nada más… no sé por qué te pones así.
El tambor ése que antes redoblaba como un loco dentro de mi pecho, dio en hacerlo de nuevo, y un calor de fuego amenazó con abrasar mis mejillas cuando oí sus preguntas, cuando vi asomar su sonrisa burlona, cuando vi todos aquellos ojos codiciosos, de todas aquellas arpías de pelo amarillo, clavarse sobre mí… cuando vi peligrar la integridad de mi pelo color azul piscina.
Salí del lavabo como alma que lleva el Diablo, indignada, ofendida y con la vejiga tan llena como una gaita gallega; estaba irritada ante tanta estulticia junta, ante tanta maldad… “qué miserable es la envidia y qué mezquina”, pensé, “cuando se trata de hundir a alguien sólo porque luce un moderno y favorecedor peinado en tono azul piscina, no se repara en daños, mira que preguntarme a mí, ¡a mí! siendo “la otra”, que si soy la última… jajajajajaja ¡Soy la otra, soy la otra, soy la otra!! ¡Y TÚ JAMÁS TENDRÁS UN PELO COMO EL MÍO, JAMÁS, QUE LO SEPAS!!! ¿Te enteras?

martes, noviembre 08, 2011

YA ROZA EL FRÍO DE OCTUBRE


Ya roza el frío de octubre mi cara,
la separada piel de la tarde alejada.
Ya roza el gris de la estación incierta
y el amarillo de la luz de una farola,
esa luz cutre y escasa con la mirada muerta.
Ya clava su aguijón el viento
sobre el dorso de mi mano,
y deteriora mi piel otro año más,
como el pasado, como el que viene,
siempre en invierno, igual que antaño.
Mis nudillos se funden con el fondo de mi bolsillo,
protegidos del arisco que desportilla mi juventud,
lo mismo que el tiempo, inclemente,
desportilla el brillo de la loza de mi vajilla.

sábado, noviembre 05, 2011

ESCENA COSTUMBRISTA

Sobre el colchón, una sábana de nieve,
el frío polar de una pareja
rindiéndole tributo al desamor.

Sobre la almohada, una hebra forastera,
una guedeja, testimonio
de un cabello cercenado
como pétalo de flor.

Bajo la cama, escondidas,
unas botas de soldado,
rúbrica en piel hecha a mano
en el acta que proclama
el adulterio con honor.

En el armario, un hombre,
furtiva su mirada en la rendija,
el miedo que flota y que palpita
por celos que levitan,
siendo mucho más que aire.

Sobre la mesa, dos tazas,
el café del desayuno
que separa cada día un poco más
el dos a dos
y los convierte en uno a uno.

Encima del piano, moribundas,
las notas ahorcadas, desteñidas,
de una partitura macilenta,
la del réquiem luctuoso
que le canta con tristeza
al holocausto del amor.

jueves, noviembre 03, 2011

Inéditos principios



Página uno del capítulo uno del primer libro de mi primaria vida, dos puntos:
Nací en blanco de un vientre transparente, fecundado por una semilla translúcida. Mi madre no me vio cuando llegué al mundo. La comadrona tampoco. Tan sólo oyeron el vagido de un niño inacabado e invisible. Puede decirse que pasé desapercibido entre los muslos de mi madre, puede decirse que mi advenimiento a su lecho quedó inédito.
Mi padre consideró, cuando no me vio, que era un niño inexistente, lo cual me dolió en el alma y me dejó marcado de por vida; pero a la vez esa enorme -aunque cristalina- fortaleza, generada en las profundidades recónditas –aunque diáfanas, todo hay que decirlo- de mi ser, fue de gran ayuda para la cosa de mi autoestima cuando, llegada la edad adulta, seguí pasando desapercibido entre los muslos de las otras mujeres, y mi advenimiento sobre sus lechos, también siguió quedando inédito.

miércoles, noviembre 02, 2011

UNA SOMBRA CHINESCA

Una sombra chinesca,
reflejo de mi abandono,
danza sobre paredes níveas
y asépticos muros en tela rígida.
El corpóreo dramático
que escenografía mi desnudez,
adivina albo mi pecho,
atrevido y enhiesto cuenco
que asola el día
mientras la noche se yergue
y va tras él,
rodeando mi cintura
con intrépido abrazo.
A mi edad –parece mentira-
hay calentura,
pues aún perdura,
de manera subsidiaria,
la trémula pasión
que intuye mi sombra negra,
ésa que se prolonga hasta la pared
haciendo oscilar mi talle
al ritmo amable,
cálido e inquieto…

…de mi locura.