jueves, noviembre 10, 2011

AMANECE CON NIEBLA

Amanece.
Un manto neblinoso acude a mi ventana,
pero no entra.
Mi cristal, carbono ausente,
misántropo enemigo de la escarcha,
reniega de las mañanas perladas,
virginales, laboriosas,
envueltas en tamices de plata.
Aunque a veces se rinde cobarde
a la luz del mediodía,
ígnea espada de Damocles,
combativa, ardiente y coralina.
Aunque siempre enmudece
ante el acoso del voyeur
cansado de la vida,
nocturno crápula azabache,
taciturno mirón de ojos satélites
y miradas estelares,
con barbas de cometa diamantina,
cola pervertida de estrellas fugaces,
sibilinas…
y dueño, aún sospecho,
de los mejores polvos siderales…
¡colosales!

No hay comentarios: