(Cordial)
-¿Qué tal en tu nuevo trabajo?
(Silencio embarazoso)
(Expectante)
-¿Cómo te sientes? ¿Estás contento? ¿Eres feliz…?
(Silencio embarazoso)
(Anhelante)
-¿Qué esperas de mi? ¿Qué debo esperar de ti?
(Silencio embarazoso)
(Suplicante)
-¿Me quieres…? Sabes que te quiero ¿verdad?
(Silencio embarazoso)
Tras varias sesiones de varios largos años, de continuos, perennes y distantes silencios embarazosos, como única vía de comunicación entre ambos, lo que ella jamás pudo explicarse es cómo fue posible aquel embarazo real en vez de psicológico.
-¿Qué tal en tu nuevo trabajo?
(Silencio embarazoso)
(Expectante)
-¿Cómo te sientes? ¿Estás contento? ¿Eres feliz…?
(Silencio embarazoso)
(Anhelante)
-¿Qué esperas de mi? ¿Qué debo esperar de ti?
(Silencio embarazoso)
(Suplicante)
-¿Me quieres…? Sabes que te quiero ¿verdad?
(Silencio embarazoso)
Tras varias sesiones de varios largos años, de continuos, perennes y distantes silencios embarazosos, como única vía de comunicación entre ambos, lo que ella jamás pudo explicarse es cómo fue posible aquel embarazo real en vez de psicológico.
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