viernes, junio 05, 2020

YO A MI BOLA (SUPOSICIONES)

Yo a mi bola
SUPOSICIONES
Es para congratularse por ello. Se dice que España es el país con mayor número de reservas hoteleras para este verano próximo –no sé si será vaticinio del oráculo, un deseo o una certeza… - También se dice que el año pasado nuestro país rozó la cifra de 84 millones de turistas extranjeros, que se dejaron 92337 millones de euros en gastos, imagino que esto ya no tiene que ver con el oráculo, habrá datos ciertos que lo avalen.
Es para congratularse por ello, insisto. Ahora bien, no queriendo pecar de aguafiestas y mucho menos de agorera, como todo hijo de vecino, una tiene criterio y hasta a veces opina… Y mi razón –no la razón ésa que se tiene o no se tiene, me refiero al raciocinio que cada uno administra y gestiona en mayor o menor medida- me dice que esas apabullantes cifras, que tan buenas son para la economía, producen algo de vértigo cuando uno piensa en los virus, tan aficionados ellos a las excursiones -como todo el mundo sabe-. No digo que esta humilde servidora esté contra el turismo, ni quiero insinuar que los esforzados turistas que vienen de fuera, lleguen apestados –pues los mismos prejuicios al respecto podrían tener ellos con nosotros -. Sólo digo que ese flujo de personas yendo/viniendo –que los de aquí también van para allá- tiene que contraer cierto riesgo de airear y expandir virus más allá de lo razonable, por mucho que se mida la temperatura, la presión arterial o la estatura cuando se arriba a un aeropuerto.
Supongo que, viniendo tantos, han de venir turistas de muy diversos y variopintos lugares.
Supongo que en esos lugares habrá virus propios a los que “ellos”, los forasteros, tendrán más o menos amaestrados, y a los que serán más o menos resistentes.
Supongo que cuando llegan a destino –o llegamos, cuando somos nosotros los que vamos fuera-, a la vez que airean los ropajes y enseres que contienen sus maletas, airearán esos virus “amaestrados” que para ellos ya serán más o menos inofensivos.
Supongo que dichas cepas de bichos a nosotros no nos conocen y nos miran con hostilidad, no dignándose a obedecer cualquier orden nuestra por sencilla que sea, “heel, sit, down, stay, here o very good”, como si se tratase de simples chuchos.
Supongo que debemos ser conscientes que al abrir las puertas al turismo –como es lógico y deseable-, y al abrir los portamonedas para llenarlos de riqueza –como es más lógico y deseable aún-, también debemos ser conscientes todos –hasta aquellos que disponen de poco raciocinio o de muchas ganas de llenar los portamonedas- de que estamos reabriendo esa vía natural –y lógica y deseable- por la que se cuelan malawares y troyanos a go-gó.
Esto es así, “soplar y sorber, no puede junto ser”, reza el refrán castellano.
Manifestaciones feministas, partidos de fútbol, culto religioso y mítines políticos aparte… lo de airear virus montaraces y asilvestrados, viajen en clase turista, business o primera, supongo que tendrá algo que ver –para aquellos escépticos que todavía piensan que los virus los trae la cigüeña, únicamente el 8M o Simón-
Pero sólo supongo.
Ana Rodríguez (POETA BULULÚ)

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