jueves, enero 24, 2008

CORAJE




"Levantarte del suelo cuando has caído, tirar del carro hacia adelante, y no arrojar la toalla frente a la adversidad, el desprecio o la humillación, no son necesariamente sinónimos de cobardía. Muy al contrario: son gestos indicativos de orgullo y de raza, de amor propio y pasión, de coraje y de una enorme voluntad de querer hacer que las cosas cambien..."

El preparador físico deambulaba, dando vueltas arriba y abajo por el vestuario, con las manos hundidas en los bolsillos del pantalón. Mientras, iba desgranando y derramando sus pensamientos en voz alta, con la secreta esperanza de que cayeran sobre terreno fértil y germinaran.
Sentado en un banquillo y enfundado en un batín de raso, la joven promesa del boxeo ocultaba su rostro sollozante entre unos aparatosos guantes negros. Su nariz sangraba profusamente. Desde una legua, sin gozar de vista de lince, cualquiera podía apreciar que la tenía rota. De entre los bordes abiertos de un corte en una ceja, se le iban escapando la sangre y el valor a partes iguales y a borbotones. De pronto, se liberó de los guantes, los arrojó al suelo con rabia, se incorporó en el asiento y, de un brinco, llegó hasta la puerta cerrándola de un sonoro portazo.
Con esa rápida maniobra no pudo evitar que la sangre siguiera fluyendo y huyendo de su cuerpo, pero al menos sí consiguió impedir que el valor se fugara de su alma y escapara por debajo de la puerta del vestuario disfrazado de falsa dignidad.

No hay comentarios: