lunes, septiembre 06, 2010

ESTRENO DE LUJO




Se acerca el gran momento, la hora “H”, y se me hace extraño no ir incluida en el pack de actores del Grupo de Teatro Lorca. Acudiré al estreno de su rosa de pitiminí, doña Rosita la Soltera de Federico García Lorca, en la sala Borja y en ferias, cuando está garantizado el lleno de la sala, y lo haré desde el patio de butacas, como mucho estaré entre bambalinas, observando los movimientos de mis compañeros, pero sin tomar parte en nada, cualquier intento de colaboración, cuando uno no conoce la obra, puede ser para estorbar más que para otra cosa.

Se me hace extraño, sí… desde que ingresé en el grupo he estado en todas, siempre me he visto en ese trance que, salvo el enamoramiento, sólo puede provocar el hecho de salir a escena de un modo inminente, me refiero a ese enjambre de mariposas que sobrevuelan el estómago y que ponen a prueba nuestro temple. Mis condicionantes domésticos y familiares por un lado, el lado que más pesa, que es el que inclina desfavorablemente la balanza que sostiene y mide el teatro -y más cosas- en determinadas franjas horarias; y mi espíritu creativo, inquieto y ávido de probar continuamente aspectos nuevos, de explorar terrenos, aprender, probarme y demostrarme a mi misma con cabezonería: lo puedo hacer, lo puedo hacer, lo puedo hacer… me han llevado esta temporada a renunciar –que no renegar de…- Lorca. Al margen de lo que llegue en tiempos venideros, pues identifico lo que haré mañana y a duras penas, ya que mi sentido efímero de la existencia me lleva a no hacer grandes planes ni proyectos, diré que no hay impedimento que pueda aniquilarme el gusto por el teatro, por imaginar, pero sobre todo por escribir…

Por eso escribo desde aquí, desde allá, desde cualquier sitio, y aprovecho estos renglones para desearos lo mejor en este estreno, que cosechéis mucho éxito con la obra, que es preciosa, que luzcáis el nombre de Lorca por partida doble, el autor, el grupo…, y que vuestras interpretaciones estén a la altura del esfuerzo que habéis venido realizando toda la temporada, y a la altura de la escenografía, vestuario y cartelería que con tanto acierto han preparado algunos de los miembros de la peña. Cada uno desde su sitio ha colaborado como ha podido, estoy segura.
De la misma manera que Lorca -Federico- no está muerto, sólo duerme a ratos, y despierta de su letargo cada vez que alguien recita sus poemas o interpreta su teatro, el Grupo Lorca está vivo, tiene fuerza y afán de superación, no sólo a nivel profesional, me refiero a la superación de esos pequeños baches o palos en la rueda que afectan a todos los colectivos humanos donde hay más de un miembro –dos, a veces, son multitud-. También el Grupo Lorca –como el poeta- tiene sus momentos de desmayo, en los cuales, tras un largo bostezo, se adormece… pero después se despereza, realiza unos estiramientos, se lava la cara… y se pone a trabajar. Y a lo tonto, a lo tonto… crece una flor, en este caso una Rosita, que si no se casa no será porque no le salgan novios que le aplaudan y le dediquen “bravos” esta tarde en el teatro.

Echaré de menos el grito de guerra, si no estoy allí, hacedme un hueco –ya sabéis que ocupo poco- para unirme a vosotros en espíritu y decir aquello de: “Yo en casa me lo sé, ¡¡mucha mierda, Lorca!!” (O aquello del Chema: “A por ellos, que son pocos y cobardes”)

No soy amiga de consejos, prefiero las soluciones, tampoco soy quién para darlos… pero todos tenemos “trucos”… a mi me funciona –me anima- acordarme de alguien a quien admiro mucho cuando voy a pisar el ring, en esos momentos de concentración en que te frotas las manos, tienes la garganta seca, estiras los músculos del cuello, relajas los hombros y mueves los pies nerviosamente sobre el entarimado, no sé, pero… salgo de otra manera, convencida de ganar el asalto… No tiene porqué ser alguien del mundillo del teatro, puede ser una persona conocida por todos, por nadie, famosa, inédita, allegada, como sea… pero ha de ser alguien que transmita fuerza y sobre todo seguridad. Pisar el ring con esa imagen… es salir a ganar.

No hay comentarios: