miércoles, octubre 17, 2007

EL SOLICITANTE


El jefe escuchaba atentamente y escudriñaba el rostro del solicitante, escudando sus ojos tras una gafas de montura dorada. El aspirante iba desgranando y salmodiando toda una serie de argumentos en favor suyo para ser admitido en la empresa.
Tras unos breves instantes de deliberación, los necesarios para que extrajera un enorme puro habano de una caja forrada de cuero y lo encendiera, el director de recursos humanos tomó el informe que estaba desplegado sobre la mesa, lo leyó por encima y, soltando una intensa bocanada de humo, hizo uso de la palabra:

-“Está bien... Así que dice haber engordado mucho en los últimos tiempos, veinte kilos exactamente, por lo que, a día de hoy, usted mismo reconoce sufrir un sobrepeso de aproximadamente treinta y cinco kilos respecto a lo que sería su peso ideal ¿no?... ¿No hace ningún tipo de deporte? ¿Acaso no sigue una dieta equilibrada? ¿Abusa del alcohol y del tabaco? ¿Consume drogas? ¿Tal vez está en tratamiento con corticoides o antidepresivos...? Humm... También asegura el informe que aporta que no se ha acostado con una mujer desde hace varios años... ¿De siempre ha tenido tan poco éxito con las mujeres? Confiese sin pudor... estamos entre hombres. ¿Ha ido a la consulta de un sexólogo alguna vez por un posible problema de disfunción eréctil? Impotencia... para entendernos. Por otro lado dice aquí que ha sido víctima de horrendas pesadillas en las que se veía involucrado en varios atascos... ajum... pero... ¿todos esos atascos los sufría el mismo día o simplemente estaba en uno de ellos cada vez que soñaba...? ¿En qué empleaba el tiempo mientras duraban dichos embotellamientos...?”-

El futuro jefe lanzaba las preguntas sin tan siquiera mirar la cara del candidato al puesto. De hecho no apartaba su vista del papel y, con displicencia, le iba echando el humo encima mientras hablaba.

-“Bueno... mire, en realidad yo sólo vengo en busca de un nuevo trabajo, no entiendo muy bien todo este cuestionario al que estoy siendo sometido. Son temas muy personales que, francamente, no creo que procedan”- balbuceó el solicitante, sintiéndose un tanto confuso.
-“ Sí...sí, tiene razón, pero verá... para este puesto todos esos asuntos que, en principio parecen irrelevantes, tienen su importancia, ya ve... Como para cualquier otro trabajo aquí también se requiere un determinado perfil. ”-

El empleado enarcó las cejas con gesto de duda.

-“ No sé, no sé... yo pensé que esto iba a ser algo más sencillo. He venido aquí para cambiar de vida. Todos estos años que me he pasado encerrado en un convento de dominicos me han hecho reflexionar y ver las cosas de otro modo. Dudo de mi verdadera vocación y he decidido darme una tregua y probar otro oficio -también vocacional- para el que creo estar sobradamente preparado, pero la verdad... no imaginaba que tendría que pasar por este filtro. Me siento un tanto decepcionado...”-


-“Está bien”- dijo el director –“Por ser usted, respóndame únicamente a la última pregunta que pasa por ser la más importante de todas de cara a este oficio: ¿Qué hacía en sus sueños durante los embotellamientos?”-

-“Su... sudokus... eso es lo que hacía”- dijo tímidamente.

-“Bieeennn... respuesta correcta. El puesto es suyo, reverendo. Puede empezar este mismo lunes. Ah... y que le vaya divinamente en su nueva vida”-

El jefe estrechó la mano del nuevo empleado con un fuerte apretón y le acompañó hasta la puerta.
El empleado, a su vez, respiró aliviado cuando supo que ya estaba admitido.

-“Muchas gracias, je,je,je... qué rato más malo me ha hecho pasar, Señor Director, por unos momentos creí que tenía que regresar de nuevo al convento”-

Al salir, cerró tras de si la puerta de la Productora y, con orgullo, sacó pecho al leer el letrero informante de su nueva empresa. Sonaba bien. En realidad le sonaba a música celestial:

Producciones “X” “El Chocho Loco” .
Oficina de Recursos Humanos.
Abierto nuevo plazo de contratación para actores porno.

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