viernes, agosto 27, 2010

¡¡PREMIO!! Mañana desnudaré mi poesía para tí







SEGUNDO PREMIO EN EL FALLO DEL III CERTAMEN DE POESÍA,
RENEDO DE ESGUEVA

ÉSTE HA SIDO EL SEGUNDO POEMA GANADOR (ahora sí, ahora completo)
Premio: Diploma y 300 euros





Mañana desnudaré mi poesía para ti,
y quedará sumida
en la blancura,
albor níveo del papel.
Apelaré de nuevo a la cordura
y te hablaré de mí
como hago siempre,
un soliloquio
construido a tu medida,
cargado de reproches,
repleto de cariños,
transido de emociones
y henchido de intenciones
que subirá el listón
de tu dintel de vanidad,
y llenará de escombros
los silencios
que glosaron el final
de aquella concisión,
un disparate mudo
que dio al traste
con un pobre corazón,
y qué más da…
si se trata sólo
de una maldición
por amar con devoción
y no ponerle trabas
al sueño de colores que
guarda una canción,
aún hay más…
por luchar sin rendición
y guardarte ciega
lealtad sin condición.
De nuevo
te hablaré de mí
y postraré mi imagen,
aún gallarda, ante tus pies,
para que en tu memoria
mi presencia viva y muera,
las dos cosas a la vez.
De nuevo
esperaré, y vacía
regresaré a mi
oscura soledad,
la de la noche fría,
recogeré el humor
que fluye y se desborda
desde mi propio yo,
el que subyace en mi barriga,
y lo sembraré en la tierra,
esa tierra que me abriga,
tierra que merezco,
creo yo,
hecha de mantillo,
arena, légamo,
risco y arcilla.
Hundida en el subsuelo
reclamaré mi espacio
con mis versos,
ese hueco, la gran sima
que me niegas en tu vida,
y cubriré tu herida
con mis besos.
Tal vez esté soñando
igual que ayer, pero…
mañana desnudaré
mi poesía para ti
oculta en la penumbra
de tu habitación,
callada por respuesta,
y en tu alma veré cómo,
cual puñal,
la tristeza de mis trovas
se hunde lentamente
en sus costillas.
Limpanalos negros
rondan la noche,
son notas de blues cansados,
así me embarbuquejo
en la manta que duerme
fuera de tu lecho
cuando arrecian
los calores estrudarios
del infierno veraniego,
y te contemplo,
silenciosa, enralanada,
mientras cantas una nana
ante una cuna que te mira,
con ojos de azabache
y brillo de aceituna,
directa y sin reproche,
a tus ojos… ay, tus ojos,
ahí tus ojos se duelen
con mi llanto apagado
que disimulas como puedes,
esos ojos
que yo he soñado tanto
tras el mármol de una mesa,
frío y lapidario,
mármol que abrasa,
mármol que lanza gaxos
a millares
y llora con garganta
de gitano, rota,
destrozada…
ay, qué ojos, qué pena
que me han durado poco.
Cuando pase de mí
esta fiesta luctuosa
y nocherniega
que siempre
monto a solas,
pensaré de nuevo en
mañana y… desnudaré
mi poesía para ti,
que quedará sumida
y olvidada en la blancura,
albor níveo del papel.

No hay comentarios: