domingo, abril 01, 2007

PECADOS CAPITALES - LA AVARICIA



De todos los pecados capitales, la avaricia posiblemente sea el más cerebral e intencionado y por tanto uno de los más antipáticos.
Puestos a justificar una conducta deplorable, siempre es más sencillo hacerlo si se trata de una falta o defecto de naturaleza inconsciente e instintiva.
El avaro no puede remediar su afán desmedido por la posesión de bienes materiales o el incremento de ellos. Pero... ¿no puede o no quiere?
Cuando nos referimos a la avaricia, no estamos hablando de un palo que se cuela entre los radios de la rueda de la voluntad impidiéndola girar. Justamente es el propio deseo, o parte volitiva del hombre, quién le lleva a comportarse de una manera excesiva en lo relacionado con hacer acopio de beneficios.
Si hacemos pequeñas parcelas con nuestra capacidad de pensamiento, precisamente, la más fría y calculadora de todas ellas, es la que está informando al avaricioso de lo que necesita para enriquecerse, y de las maniobras y mecanismos que tiene que llevar a cabo para conseguir mayores cuotas de riqueza y/o poder.
Tal vez me equivoque cuando pienso que, el cálculo y el discernimiento, por medio de los métodos y recursos habituales de la lógica, son actos que nacen y se desarrollan en la habitación mejor amueblada y razonadora de la que dispone ese complejo edificio que posee el ser humano, su cerebro.

No hay comentarios: